Santa Cruz de Tenerife.- La presidenta de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, Rosario Álvarez, aspira a que haya representantes de la institución en todos los cabildos para defender el patrimonio histórico y artístico, y anuncia que se creará un cuerpo de académicos correspondientes en cada isla.
Rosario Álvarez, que se convirtió en marzo de este año en la primera mujer que preside esta institución, instituida por Real Decreto de Isabel II en 1849, explica en una entrevista a Efe que la Real Academia es competente en cuestiones de patrimonio y tiene representantes en las comisiones del área en el Gobierno de Canarias y en el Cabildo de Tenerife.
Álvarez intenta ahora que haya representantes de la Real Academia en el Cabildo de Gran Canaria y del resto de islas para defender el patrimonio de cada una, y recuerda que esta institución ha elaborado con frecuencia informes -que tienen carácter vinculante- sobre este asunto para distintas entidades.
Entre ellos figura el relativo a la desafección del Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria previa a su reforma, en la que se respetó la parte histórica del inmueble y su patrimonio artístico, como las pinturas modernistas de Néstor de la Torre.
De hecho, la Real Academia, que es una corporación de derecho público, ha hecho advertencias en cuestiones de patrimonio para que no se derriben edificios o se salven piezas de bienes muebles.
Rosario Álvarez, que es catedrática de Historia de la Música de la Universidad de La Laguna, también desea que en cada isla haya académicos correspondientes, que podrían elegirse entre historiadores del arte o expertos en patrimonio, con el objetivo de que la institución tenga "raíces" en cada una.
La Real Academia "es de todas las islas", subraya su presidenta, quien quiere "implicar" a la institución en la sociedad isleña para convertirse "en una fuerza", y pretende además reformar los estatutos para incluir entre sus secciones el apartado de imagen, dedicado a la fotografía y el cine.
La Real Academia cuenta con Premios Canarias y Medallas de Oro de la Comunidad Autónoma entre sus miembros, entre ellos el Premio Nacional de Bellas Artes Cristino de Vera, y entre los objetivos de su presidenta figura el de no "anclarse" en el pasado sino estar al tanto de lo que acontece en el mundo artístico actual.
Para ello la Real Academia creará unos premios, sin dotación económica, que pretende reconocer el prestigio de sus destinatarios, a quienes se entregará una obra del escultor Juan López Salvador.
Los primeros galardones se entregarán el 15 de octubre en el acto de apertura del curso de la Real Academia, que se celebrará en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Uno de los premios -que en su primera edición distinguirán la modalidad artística de la pintura- tendrá la categoría de "Magister" y reconocerá la trayectoria de un artista consagrado, mientras que el "Excelsior" se entregará a un creador de talento consolidado que ronde los 40 años.
"La Academia puede tener una finalidad muy útil para la sociedad, aunque también debe haber un cambio de mentalidad que venga desde dentro", afirma su presidenta, quien encara su tarea "como un reto".
Rosario Álvarez es miembro de la Real Academia desde 1985 y desde la etapa de su antecesor, Eliseo Izquierdo, se intenta recuperar el esplendor que tuvo la institución desde su nueva sede, un inmueble histórico en la plaza de Irineo González de la capital tinerfeña que donó a la ciudad su propietario, Bernardo Rodríguez, para fines docentes y culturales.
Son académicos de honor María Orán, Martín Chirino, Cristino de Vera y Pedro González y a lo largo de su historia, la institución ha tenido varios altibajos, pues ha sido "una especie de Guadiana, dormida algunas veces, aunque nunca ha desaparecido".
La Real Academia está distribuida en cuatro secciones, arquitectura, pintura, escultura y música, y cada una de ellas tiene siete académicos numerarios que pasan a la categoría de super-numerarios cuando cumplen los 75 años.
Además la Real Academia cuenta con un cuerpo de académicos correspondientes, de número ilimitado, que suelen ser artistas, profesores o catedráticos de la Península vinculados a la creación artística en Canarias.
Cuando ingresa un nuevo académico éste tiene la posibilidad de pronunciar un discurso o donar una obra, en el caso de pintores y escultores.
Ello ha convertido a la institución "en un pequeño museo" con obras de Gonzalo González, José Abad, Pedro González, Cristino de Vera, Maribel Nazco, Ernesto Valcárcel o Manolo Martín Bethencourt, entre otros.
Además, el musicólogo Conrado Álvarez ha donado a la Real Academia la colección de instrumentos musicales históricos -órganos, clavicémbalos y pianoforte, entre otros- que utiliza el colectivo "Aria" en sus actuaciones.
Ello brindará a Rosario Álvarez, que fue presidenta de la Sociedad Española de Musicología, la posibilidad de formar un pequeño museo de instrumentos musicales, algo nada común porque en España sólo hay un centro de estas características en Barcelona.
Precisamente el compositor, musicólogo y crítico Tomás Marco tiene previsto ofrecer en la Real Academia del 16 al 20 de noviembre un curso sobre la ópera en el siglo XX.
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