Nueva York (Estados Unidos).- Los argentinos Juan Ignacio Chela, de vuelta en un Grand Slam y Leonardo Mayer, sobrevivieron al hundimiento del tenis sudamericano en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos, inaugurado este lunes impulsado por los vigentes campeones, el suizo Roger Federer y la estadounidense Serena Williams, que convirtieron en mero trámite sus respectivos compromisos.
Chela, desplazado de los cien primeros del circuito, insiste en regresar a las zonas de relieve de la competición. Lo ha hecho en Flushing Meadows, el major que hace dos años impulsó sus expectativas cuando alcanzó los cuartos de final.
Sin jugar el pasado curso, ha retornado ahora. Ganó al español Óscar Hernández (6-4, 6-4 y 6-2) para reencontrarse con el australiano Lleyton Hewitt, con el que mantiene históricas diferencias al margen de la competición.
El jugador de Adelaida, que arrolló al brasileño Thiago Alves (6-0, 6-3 y 6-2), que por primera vez en sus tres participaciones en Nueva York no disputará la segunda ronda, no rehuye de los cara a cara con los argentinos. Es una tradición histórica, plagada de capítulos anecdóticos y polémicos entre las páginas del tenis.
Deportivamente, Hewitt tiene a favor los números. Ha ganado en cuatro de los seis duelos que ambos han jugado. Incluido el último, en el Masters Series de Hamburgo, en el 2007.
A Chela le acompaña a segunda ronda Leonardo Mayer, que salió airoso de su compromiso ante el kazako Andrey Golubev (6-4, 4-6, 7-5 y 6-3).
Mayer superó con solvencia el único contratiempo que padeció en el partido, cuando su adversario logró la victoria en el segundo parcial y alargó el choque. El tenista argentino mantuvo el nivel, recuperó la iniciativa y amarró el triunfo, que le sitúa en segunda ronda para enfrentarse al checo Radek Stepanek, decimoquinto favorito, verdugo del italiano Simone Bolelli (6-4, 6-4 y 6-4).
Martín Vassallo Arüello lidera la relación de derrotas del tenis sudamericano en la primera jornada. El argentino fue eliminado tras perder con el estadounidense Robert Kendrick por 6-3, 6-3 y 6-2.
El norteamericano jugará contra el alemán Tommy Haas, vigésimo favorito, que terminó por apuntarse la victoria contra el colombiano Alejandro Falla, que desperdició una buena ocasión para dar un impulso a su autoestima como jugador. Permitió la resurrección del alemán, que ganó por (7-5,4-6, 7-6(7) y 6-2).
Falla, 160 del mundo, recuperó para su memoria el primer duelo que mantuvo con el germano, en el Masters Series de Miami en el 2007, cuando logró el triunfo. Sin embargo, los dos encuentros posteriores fueron para Haas, que venció en Washington en las dos últimas ediciones.
Falla no se desmoronó a pesar de perder el primer parcial y ganó el segundo. Encarriló el tercero, donde tuvo 5-4 y saque. Pero no frenó la reacción del germano, que llevó el duelo al desempate y ganó con solvencia en el tercer parcial.
Más dramática fue la derrota del ecuatoriano Giovanni Lapentti, cuyo esfuerzo terminó de forma inútil y con la victoria para el alemán Simon Greul, que necesitó el desempate del quinto set (6-3, 4-6, 3-6, 6-0 y 7-6(11)) para avanzar a la segunda ronda.
El tenista ecuatoriano, hermano de Nicolás, 182 del mundo y sin llamativas actuaciones en los torneos grandes, que logró su presencia en el cuadro principal desde la fase previa, estuvo siempre dentro del partido. Remontó la ventaja inicial de su adversario, que también pujó por no dejar escapar el duelo.
El desempate estuvo lleno de alternativas y Lapentti desperdició sus opciones de hacerse con el partido, que de forma dramática cayó para el germano, que en segunda ronda será el rival del suizo Roger Federer.
Precisamente, la defensa de las coronas del Abierto de Estados Unidos, del suizo en el cuadro masculino y de la estadounidense Serena Williams en el torneo femenino, transcurrieron con sosiego, en la jornada de apertura, en la que la belga Kim Clijsters acaparó para sí las emociones en su reencuentro con la alta competición.
El número uno del mundo amplió a 35 su relación de victorias en el Abierto de Estados Unidos tras su trámite ante el joven Devin Britton, fijado en el puesto 1.340 por la ATP.
Fue Kim Clijsters la que atesoró las emociones para sí. "He estado más nerviosa de lo habitual. Se han agolpado muchos recuerdos para mí", dijo la tenista belga, que arrolló a la ucraniana Viktoriya Kutuzova (6-1 y 6-1), en su reencuentro con el Abierto de Estados Unidos, del que salió victoriosa en el 2005.
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