Martinelli aboga por combatir la corrupción y fomentar la inversión en Panamá

Panamá.-  Cuando se cumplen dos meses desde que el actual Gobierno de Panamá llegó al poder, el presidente Ricardo Martinelli hizo balance de su gestión, de la que destacó la lucha contra la corrupción y el fomento de la inversión extranjera.

En una entrevista emitida hoy por el canal RPC de la televisión local, Martinelli aseguró que el "relajo se acabó, como se acabo el contrabando, como se acabo la impunidad que hay en las calles", y reveló su voluntad de convertir a Panamá en "un país tipo Singapur o tipo Hong Kong" a través de la atracción de inversores.

El mandatario aseguró que "toda Latinoamérica está mirando a Panamá con mucha atención" porque, entre otras cosas, su Gobierno ha "robado" el discurso de lucha contra la corrupción y en favor de los necesitados a los "populistas que ahuyentan a la inversión", por lo que "mucha de esa inversión" quiere establecerse en el país.

Anticipó que para atraer al capital extranjero, su Administración va a trabajar en "agilizar burocracia" y "flexibilizar" la legislación en beneficio de los inversores, pero en un marco de seguridad jurídica.

Entre los proyectos de desarrollo nacional que desgranó, destacan la lucha contra la inseguridad, la construcción de un metro en la capital y la reestructuración del sector energético, que implica la interconexión eléctrica con Colombia en 2013 para colocar parte del excedente de Panamá.

"No podemos tener un país con una de las energías más caras del mundo", aseveró Martinelli, quien hace una semana estableció un impuesto del 2 por ciento a las hidroeléctricas destinado a subsidiar la factura de la luz de la población.

"Lo que no puede suceder en este país es el caso de las generadoras (eléctricas), en las que el Estado tiene parte y es co-participe del robo al pueblo panameño. Lo que hemos hecho es acomodar los factores, hacer lo que nos permite la ley y forzar la ley", dijo en ese sentido.

Sobre el desarrollo rural, anunció un ambicioso "plan masivo" de impulso al sector cafetalero en la comarca de Ngöbe Buglé (noroeste), una de las más pobres del país, que incluye la mejora de la red vial y la construcción de aeropuertos, aunque dijo no poder dar más detalles por temor a los "especuladores".

En cuanto al proceso de salida del Parlamento Centroamericano (Parlacen) que ha iniciado Panamá, una de sus promesas de campaña, Martinelli aseguró que la participación del país en el organismo regional es "la pérdida de tiempo más grande que hay".

El presidente señaló que ha solicitado que no se entregue el pasaporte diplomático a los 20 diputados acreditados en el Parlacen, porque no va a permitir que unos "perdedores vayan allá (a la sede de ese organismo, en Guatemala) a hablar entre ellos mismos, y se quedan a parrandear y a chupar (beber licor) con inmunidad".

También se refirió al anterior Gobierno del Partido Revolucionario Democrático (PRD) de Martín Torrijos, que calificó de "máquina de hacer robos, atracos y sivergüenzuras".

"No se llevaron las garzas (que hay en el palacio presidencial) porque había algunas que eran chillonas", agregó.

Minimizó las acusaciones del PRD en contra de su Gobierno por la reciente detención del ex ministro de Educación Belgis Castro, acusado de corrupción, y aseguró que esta actitud "está haciendo un gran daño a ese partido, que tiene tanta gente buena y tanta gente noble, pero que tiene una cúpula que está corrupta".

Por último, respaldó la decisión "soberana" de Colombia de ceder el uso de algunas de sus instalaciones militares a los Estados Unidos, algo que ha levantado ampollas en la región, y recordó que "en Panamá hubo bases norteamericanas por casi 100 años".