Ricaurte (Colombia).- Indígenas colombianos, que velaban a 12 de ellos asesinados el miércoles pasado, bloquearon con los féretros de las víctimas la calle principal de la localidad de Ricaurte (suroeste) en demanda de la presencia del Gobierno para que les "diga la verdad".
Así lo expresó a Efe el jefe de Asuntos Indígenas de la Comunidad awá Eder Burgos, quien incluso puso en duda que se pueda realizar el sepelio de sus "hermanos" inicialmente previsto para este sábado.
Explicó que al interior de la comunidad indígena se discute si el sepelio se cumple una vez los líderes de los aborígenes se reúnan con la comisión del alto Gobierno.
Indicó que desde Bogotá les han manifestado que este sábado podrían llegar hasta esta población del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, representantes del Gobierno central entre los que estaría el ministro de la Defensa, Gabriel Silva.
También llegarían altas personalidades de la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo.
Según Burgos, lo que la comunidad le pide al Gobierno es un diálogo directo en el que ellos puedan expresar sus preocupaciones y que les "digan la verdad" sobre la matanza de sus "hermanos".
Explicó que el hecho de sacar los cuerpos de la sede de la Organización del Cabildo Mayor Awá (Camaguari), es una forma de llamar la atención del país y de la comunidad internacional sobre la situación de los pueblos indígenas de Colombia.
Los 12 féretros están dispersos en la calle principal de Ricaurte, cuidados por la guardia indígena y en medio de cirios encendidos lo que convierte a la vía en una gigantesca sala de velación.
Hasta el momento y según los lugareños, no se han presentado desórdenes y la particular forma de protesta transcurre sin alteraciones de orden público.
A la entrada de la población de Ricaurte, unos 800 kilómetros al suroeste de Bogotá, hay representantes de la guardia indígena, que con bastón en mano, impiden el paso de vehículos, principalmente de carga.
Esa situación ha generado que la Policía desvíe a los automotores que transitan por esa vía, principalmente camiones, que transportan carga desde el centro del país hacia el puerto de Tumaco, uno de los principales sobre el Pacífico colombiano.
Los 12 indígenas de la comunidad awá, entre ellos cuatro niños, uno de ellos de ocho meses, fueron asesinados por desconocidos en la madrugada del miércoles en el resguardo Gran Rosario, en el departamento de Nariño.
La matanza fue perpetrada por un grupo de encapuchados que ingresó al resguardo Gran Rosario, entre los municipios de Barbacoas y Tumaco, unos 700 kilómetros al suroeste de Bogotá.
Ninguna autoridad ha atribuido la matanza a organización alguna, aunque en la zona actúan frentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), así como grupos de criminales de antiguos miembros de grupos paramilitares que se dedican al narcotráfico.
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