Correa cuestiona la capacidad de Colombia de controlar el uso de las bases militares

Lima.-  El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cuestionó hoy en Lima la capacidad de Colombia de controlar el uso de las bases militares en su territorio por parte de tropas estadounidenses y ratificó que el acuerdo entre Bogotá y Washington atañe a toda la región.

¿Cuándo los norteamericanos se han dejado controlar?", dijo Correa a periodistas durante una escala técnica en Lima camino a la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se celebrará mañana en la ciudad argentina de Bariloche para discutir el acuerdo entre Bogotá y Washington, que permite el uso de al menos siete bases colombianas por militares estadounidenses.

El Gobierno de Álvaro Uribe ha dejado claro que el acuerdo no implica la instalación de bases estadounidenses en Colombia, sino el permiso para que fuerzas de EE.UU. puedan usar instalaciones bajo mando colombiano.

Venezuela, Ecuador y Bolivia, rechazan el acuerdo entre Colombia y EE.UU., en tanto que otros países de la región han manifestado su preocupación, pero también su respeto a la soberanía de las decisiones colombianas, como es el caso de Perú.

Pero para el presidente ecuatoriano "con esas bases los norteamericanos tienen una capacidad de acción en toda suramérica, complementan eso con la reactivación de la IV Flota. Son cosas que preocupan".

Correa también recordó que su país tuvo una base estadounidense durante una década y a pesar de que estaba bajo control ecuatoriano aún dijo: "tenemos graves denuncias de una serie de actos que se están investigando, que eran imposible de controlar".

Asimismo, el presidente ecuatoriano puso en duda la lucha antidroga estadounidense, al manifestar que el embajador de Washington en Bogotá, William Brownfield, definió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como narcotraficantes y eventualmente en un futuro se podría decir que "como Correa es narcotraficante, que bombardeen Ecuador".

Correa comentó que la lucha contra el narcotráfico es "la nueva muletilla" de EE.UU. que reemplaza a la otrora lucha anticomunista, un asunto que "es un motivo de grave preocupación para toda América Latina".

El presidente ecuatoriano también arremetió contra la carrera armamentista de Colombia, que -según dijo- tiene el gasto militar más alto de la región, "sin contar la ayuda norteamericana que recibe por el Plan Colombia".

De cara a la cumbre de la Unasur, Correa abogó por que los países miren "hacia un solo lado con dignidad" y para que América Latina "sea un territorio de paz, libre de bases extranjeras", al confiar en que la reunión de Bariloche sirva para resolver "las dudas y la incertidumbre por medio del diálogo".

Ecuador y Colombia rompieron relaciones diplomáticas tras un bombardeo del Ejército colombiano en marzo de 2008 a un campamento de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano.

Asimismo, el presidente Correa se refirió en Lima a las preocupaciones del presidente peruano, Alan García, sobre un supuesto "acuerdo bajo la mesa" entre Chile y Bolivia sobre las aspiraciones bolivianas de tener salida al mar.

En ese sentido, Correa indicó que si bien no se podrá abordar el asunto en Bariloche, él está dispuesto a apoyar otra reunión en el seno de la Unasur, tras reiterar que las relaciones bilaterales con Perú pasan por "su mejor momento".

Correa llegó a Lima junto a sus ministros, el de Exteriores, Fander Falconí, y el de Defensa, Javier Ponce, y fue recibido por el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde.

El jefe de la diplomacia peruana confirmó también que el 22 de octubre se realizará en la ciudad de Piura (Perú) la tercera reunión de presidentes y gabinetes de ambos países.