Villa Tunari (Bolivia).- Bolivia y Brasil estrecharon hoy sus lazos con nuevos acuerdos en infraestructuras, comercio e investigación sobre el litio, que los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Evo Morales defendieron como un paso más en la integración regional.
Lula visitó hoy la región del Chapare (centro), el feudo cocalero de Evo Morales, para sellar varios compromisos de cooperación con Bolivia, en un multitudinario acto en el que los presidentes no hicieron referencia alguna a la relación energética, en contra de lo que se esperaba.
Antes de ese acto, los dos mandatarios mantuvieron un encuentro bilateral privado en un restaurante de la zona, donde no se permitió el acceso a los medios de comunicación.
En cualquier caso, el Chapare y la turística localidad de Villa Tunari se volcaron para recibir al presidente Lula y celebrar el convenio por el que Brasil financiará con 332 millones de dólares una carretera de más de 300 kilómetros entre esta zona y la localidad de San Ignacio de Moxos, en el departamento oriental del Beni.
Esta infraestructura formará parte en un futuro del conocido como "corredor bioceánico" pensado para conectar el puerto atlántico de Santos (Brasil) con el de Iquique (Chile) en el Pacífico.
La construcción de la nueva carretera boliviana permitirá crear 4.500 empleos directos e indirectos, según OAS, la empresa brasileña encargada del proyecto, que además ejecuta otros dos viales en el país: Potosí-Uyuni y Potosí-Tarija.
Además, Brasil y Bolivia suscribieron hoy un memorando de cooperación científica sobre el desarrollo tecnológico e industrial del litio que se concentra en el Salar de Uyuni, donde según el Gobierno de Morales reside la mitad de la reserva mundial de este mineral, muy cotizado para baterías de automóviles eléctricos.
Lula anunció también que su Gobierno ha aprobado un decreto para que Bolivia exporte sus productos textiles al Brasil con arancel cero, para compensar los efectos de la decisión de EE.UU de retirar al país andino las preferencias arancelarias del programa ATPDEA.
Para Bolivia, según el presidente brasileño, la apertura de este mercado puede ser una "ocasión extraordinaria" para desarrollar su industria y dar valor añadido a sus productos.
Otros de los acuerdos con los que Brasil y Bolivia reafirmaron hoy su alianza bilateral se refieren a la defensa civil y asistencia humanitaria y a la puesta en marcha de un centro de formación profesional para jóvenes bolivianos.
Todos estos convenios sirvieron al presidente de Brasil para reafirmar su apuesta por la integración regional en América Latina, porque "no existe posibilidad de que un país solo resuelva sus problemas".
Lula recordó que, en otras épocas, los países de América Latina parecían un "grupo de amigos" que no confiaban los unos en los otros y que se quedaban esperando que Estados Unidos o Europa resolvieran sus problemas.
"Ahora hay una generación de gobernantes que saben que la única solución para nuestros problemas es la integración latinoamericana y el establecimiento de buenas relaciones entre todos nosotros", manifestó.
"O entendemos que tenemos que ayudarnos, construir alianzas y trabajar juntos o pasaremos un siglo más viendo a nuestro pueblo pobre, sin desarrollarse y sin mejorar su calidad de vida", advirtió Lula.
El presidente Morales, por su parte, centró su intervención en la importancia que los acuerdos con Brasil, singularmente la construcción de la nueva carretera, tendrá para la integración interna de Bolivia.
Para conseguir integrar el territorio boliviano, Morales mencionó la necesidad de construir cuatro "puentes" viarios para unir con nuevas carreteras el occidente con el oriente y el norte con el sur.
También afirmó que Bolivia necesita aeropuertos en cada una de las capitales regionales del país y en lo que denominó "polos de desarrollo" como Puerto Suárez (en la frontera con Brasil), Uyuni (Potosí) o Chimoré, en la región del Chapare.
En las intervenciones de ambos mandatarios no faltaron referencias a asuntos de actualidad regional como la situación de Honduras o el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos para el uso de bases militares.
Sobre el primer asunto, Lula pidió el retorno "incondicional" de Manuel Zelaya a su país, en tanto que el mandatario boliviano reclamó el fin de la "dictadura" en Honduras.
En cuanto a las bases colombianas, Morales insistió en rechazar que sean usadas por Estados Unidos y afirmó que cualquier Gobierno o mandatario que permite la presencia de militares extranjeros en la región "son traidores de la liberación de pueblos de Latinoamérica".
El presidente de Brasil no se refirió a este tema en concreto, pero sí a la próxima cumbre que los países de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) prevén realizar el próximo día 28 en Bariloche (Argentina) para analizar ese convenios militares.
"Es una gran oportunidad que tenemos para demostrar que América del Sur está construyendo su democracia, su prosperidad y estamos trabajando para que reine la paz en Suramérica", dijo Lula.
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