Canciller hondureño dice que no hay grandes sorpresas en el informe de la CIDH

Tegucigalpa.-  El canciller de Honduras, Carlos López, dijo hoy que "no hay grandes sorpresas" en el informe que presentó anoche la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre violaciones a estas garantías tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya.

Sin embargo, declaró López a un canal de la televisión local, le llamó la "atención" el hecho de que el informe guardara "una consistencia absoluta" con la resolución de la Asamblea General extraordinaria de la OEA, del 4 de julio pasado, que determinó la suspensión de Honduras en el organismo continental.

López subrayó que la CIDH, al igual que la Organización de Estados Americanos (OEA), utiliza calificativos como "Gobierno de facto" y "golpe de Estado", en alusión al actual presidente, Roberto Micheletti, quien por designación del Parlamento fue nombrado sucesor del depuesto mandatario Zelaya, el 28 de junio pasado, tras su expulsión del país por los militares.

En su opinión, la CIDH "responde mucho a la orientación de la Secretaría General de la OEA, aunque digan que son independientes o autónomos".

Sobre el "uso desproporcionado de la Fuerza Pública", que según la CIDH se ha hecho durante las manifestaciones populares tras el golpe de Estado del 28 de junio, López admitió "el uso de la fuerza por parte de la fuerza pública en manifestaciones que pierden el control".

"Hemos visto en Santiago de Chile, en Buenos Aires, en Montevideo, en Brasil, en Venezuela en Caracas, en México, es que la función de la fuerza pública es precisamente ejercer, cuando se pierde control de las manifestaciones, fuerza física para salvaguardar la vida, los bienes y los intereses de los gobernados", agregó.

Lo que no puede hacer una autoridad, enfatizó el diplomático, "es dejar impune a quienes violentan los intereses, las vidas y la integridad física de las terceras personas".

López dijo que lo importante es que a Honduras se le mire como un país más, no como un objeto de fijación, "un objeto sobre el cual hay que caer todos los países".

Añadió que desde el 4 de julio, "la fijación de la OEA ha estado en Honduras, en pequeños grupos que muestran simpatía con el ex gobernante (Zelaya)", de los que dijo que "tienen perfecto derecho" y "que han podido manifestarse pacíficamente desplazándose por todo el territorio nacional".

Los seguidores de Zelaya, indicó López, se han manifestado en "las zonas fronterizas, las cuales han traspasado para recibir entrenamiento (en Nicaragua), logística, dinero, en fin, para traer una situación de inestabilidad a Honduras".

Esas operaciones se fraguaron "desde fuera, con dinero de fuera, con mercenarios de fuera, con recursos que vienen de algunas potencias que ya sabemos que tienen muchos intereses en el ámbito geopolítico", recalcó el canciller hondureño.

Expresó, además, que al ser preliminar el informe de la CIDH y no conocerlo en detalle, su Gobierno se reserva "el derecho de hacer una evaluación" cuando se publique el documento definitivo.

El informe de la CIDH sobre Honduras destaca que se ha constatado "la represión ejercida contra las manifestaciones a través de la colocación de retenes militares" y que "la ruptura del orden constitucional originada por el golpe de Estado está acompañada de una fuerte presencia militar en distintos ámbitos de la vida civil".

Añade que es de "particular gravedad la muerte de cuatro personas y varios heridos de arma de fuego" registrados en este tiempo y que "es necesaria una investigación exhaustiva de estas muertes, en consideración que la Comisión recibió información que podría vincular estas muertes con el accionar de agentes del Estado".