San Salvador.- Immaculée Ilibagiza, sobreviviente del genocidio de Ruanda en 1994, visitó hoy en San Salvador la tumba de los sacerdotes jesuitas asesinados durante la guerra civil en El Salvador, entre los que figuran cinco españoles.
La autora del libro "Left to tell" (Sobrevivir para contarlo), que narra cómo sobrevivió al genocidio, compartió su historia de "perdón" con cientos de salvadoreños que acudieron a las dos conferencias que ofreció.
Ilibagiza dijo a centenares de personas que se reunieron en la Universidad Centroamericana (UCA), regida por jesuitas, que su mensaje es de "perdón", ya que éste es fundamental para "abandonar la amargura" que causa el daño.
Narró que en 1994, luego de que el avión del presidente de Ruanda Juvenal Habyarimana fuera derribado, grupos de la etnia Hutu de ese país iniciaron la matanza de miles de miembros de la etnia Tutsi.
Durante el suceso fue asesinada toda su familia, pero ella logró salvarse al refugiarse en la casa de un amigo de su padre.
Allí pasó 91 días junto a otras mujeres, escondida en un pequeño baño, donde rezaba para poder salir viva, según detallo.
"No quisiera que lo que me pasó a mí le pase a nadie, pero lo que aprendí a través de ese genocidio no creo que lo hubiera aprendido jamás en mi vida si no hubiera pasado por ese dolor", dijo.
Ilibagiza, quien llegó el jueves al país por invitación de tres fundaciones privadas, también compartió su historia con funcionarios del Gobierno, miembros de organizaciones sociales y otros particulares en un hotel capitalino.
En la UCA, Ilibagiza visitó junto al rector, José María Tojeira, la tumba de los seis sacerdotes jesuitas que fueron asesinados en el recinto universitario durante la guerra civil que vivió el país entre 1980 y 1992.
El 16 de noviembre de 1989 fuerzas del ejército salvadoreño irrumpieron en las instalaciones de la UCA y dieron muerte a su rector, el jesuita español Ignacio Ellacuría; a los sacerdotes de la misma nacionalidad Ignacio Martín Baró, Amando López, Juan Ramón Moreno y Segundo Montes, y al salvadoreño Joaquín López y López.
Asimismo, fue asesinada Elba Ramos, una empleada doméstica, y su hija Celina, de 16 años.
Tojeira narró a la sobreviviente este hecho, así como otras matanzas que ocurrieron en El Salvador durante el conflicto civil entre el Gobierno y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que desde el pasado 1 de junio es el partido gobernante en esta nación centroamericana.
Ilibagiza, visiblemente afectada por estas historias, hizo una pequeña oración junto a la tumba de los jesuitas y luego visitó el lugar donde la prensa fotografió los cadáveres de los religiosos, ahora convertido en un jardín en el que los jesuitas cultivan rosas.
También visitó un museo, en el campus de la UCA, donde se encuentran objetos personales de estos religiosos e imágenes del arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980.
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