Tegucigalpa.- Miembros de la CIDH viajaron hoy a una región de Honduras fronteriza con Nicaragua que estuvo bajo toque de queda, para verificar denuncias sobre violaciones a los derechos humanos tras el golpe de Estado contra el presidente de ese país, Manuel Zelaya.
Un grupo de representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) viajó, además, a la ex capital hondureña Comayagua, unos 100 kilómetros al norte de Tegucigalpa, indicó a Efe una fuente cercana a ese organismo.
El otro equipo de trabajo se trasladó a la Penitenciaría Nacional, situada unos 25 kilómetros al norte de la capital hondureña, y a El Paraíso, en la región oriental de Honduras, fronteriza con Nicaragua, agregó la fuente.
El Paraíso y otros sectores limítrofes con Nicaragua estuvieron bajo toque de queda durante varios días a finales de julio pasado a raíz de que el depuesto presidente Zelaya intentó ingresar a suelo hondureño desde el país vecino por el paso fronterizo de Las Manos.
Los militares y policías hondureños impidieron, con retenes en varios tramos carreteros, que la familia y seguidores de Zelaya llegaran hasta Las Manos para intentar reunirse con él.
La familia del depuesto gobernante está entre las personas y sectores que se han reunido con la CIDH, cuya misión se encuentra en Honduras desde el pasado lunes, que también estuvo ayer en el norte del país y terminará su visita mañana.
Los enviados de la CIDH han recibido numerosas denuncias en un centro instalado en un hotel de Tegucigalpa para atender reportes sobre violaciones de los derechos humanos cometidas desde que los militares expulsaron a Zelaya y el Parlamento designó a Roberto Micheletti como presidente del país, el 28 de junio pasado.
Entre los denunciantes figuran seguidores de Zelaya, funcionarios de su Gobierno y padres de familia que reclaman el derecho a la educación de sus hijos, que no reciben clases porque los maestros participan en las marchas para exigir el regreso del gobernante depuesto, entre otros, según fuentes de la CIDH.
La comisión de la CIDH también se ha reunido con representantes del poder Legislativo, organismos públicos y privados de derechos humanos, el Ministerio Público, los ministerios de Defensa y Seguridad, altos mandos militares y policiales y miembros de la sociedad civil.
La visita oficial de la comisión de la CIDH a Honduras concluirá mañana, para cuando tiene previsto reunirse con los miembros de la Corte Suprema de Justicia y después informar de su trabajo en una rueda de prensa.
Aunque en un principio expresó "grandes reservas" sobre la imparcialidad de la delegación, el Gobierno que preside Micheletti le ofreció finalmente "el apoyo que requiera".
En tanto, miles de partidarios de Zelaya realizaron hoy una nueva marcha pacífica en Tegucigalpa para exigir su reinstalación en el poder y la salida de los golpistas.
La marcha, en la que participaron maestros, sindicalistas y militantes del gobernante Partido Liberal afines a Zelaya, recorrió tramos de bulevares y sectores residenciales del este y sur de la ciudad.
El dirigente campesino Rafael Alegría, uno de los coordinadores del movimiento de resistencia popular que exige el regreso de Zelaya, aseguró a los periodistas que la manifestación de hoy "es el preludio" de la llegada al país del depuesto presidente, que según sus partidarios será antes de que termine este mes.
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