Oviedo.- La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) intensificará las labores de vigilancia de los ríos y su coordinación con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ante la profusión de vertidos en los cauces.
En un comunicado, la CHC advierte a los usuarios ribereños y a los gestores de vertidos de la necesidad de extremar las precauciones ante el descenso de caudal producido por el estiaje.
Según este organismo, la merma de los cauces implica que cualquier incidente, de poca entidad en otra época del año, puede tener consecuencias más graves en los ecosistemas fluviales como ha ocurrido con los vertidos en ríos como el Nalón y el Nora.
La CHC asegura que actuará "contundentemente" contra las acciones que pongan en peligro el equilibro fluvial o incumplan la normativa ambiental al respecto y que seguirá incoando los expedientes oportunos para imponer las sanciones previstas en la normativa que rige la preservación del dominio público hidráulico.
En este sentido, la Confederación asegura haber iniciado los tramites para incoar expedientes sancionadores por los últimos vertidos al río Nalón mientras que en los registrados en en el Nora y en el Santa Bárbara se están tomando muestras para poder identificar las causas y la responsabilidad del vertido.
En el caso del Nalón, el pasado 5 de agosto se observó una gran cantidad de peces muertos en el agua a la altura de Puente del Arco (Laviana) por un vertido accidental que se produjo desde un aliviadero de la traída de abastecimiento de San Martín del Rey Aurelio.
La muerte de peces pudo deberse al cloro de las aguas de dicho abastecimiento aunque la investigación continúa abierta y los datos obtenidos hasta el momento no son concluyentes respecto a la atribución de la responsabilidad del vertido.
El pasado 15 de julio se detectó también un vertido al mismo río Nalón de aproximadamente 100 litros por segundo procedente de las instalaciones del Pozo Carrio, de Hunosa, a la altura de la localidad de Barredos, también en Laviana).
En este caso el agua tenía color negro y aspecto muy turbio y se trataba de un vertido intermitente que incumplía las normas de calidad ambiental de las aguas del y los valores límite de emisión establecidos en la autorización de vertido que posee Hunosa, a la que se ha abierto ya un expediente sancionador.
La CHC tiene constancia además de un tercer vertido registrado el 27 de julio en el río Tiraña, a su paso por Barredos, que causó también la mortandad de peces en la zona en un tramo delimitado por unas veinticuatro construcciones contiguas al cauce.
Aunque las investigaciones no han permitido todavía determinar con certeza las causas y la responsabilidad del incidente, los primeros indicios apuntan a un vertido de lejía procedente de la actividad de algún garaje contiguo al cauce sin que haya podido identificar hasta el momento al causante.
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