Madrid.- Árboles de dos y tres metros de altura sustituyen hoy a los pinos centenarios que hace diez años fueron pasto de la llamas en el incendio que calcinó 425 hectáreas del monte de Abantos, una de las mayores catástrofes ambientales que se recuerdan en la región.
Tal día como hoy, hace diez años, entorno al mediodía, en las proximidades de una urbanización a las faldas del monte Abantos (de 1.754 de altitud), prendió la llama que en apenas ocho horas azuzada por un viento ligero calcinó 425 hectáreas de este paraje verde de la Sierra de Guadarrama.
Un hecho fortuito, el efecto lupa de un cristal, fue el causante, según aclaró la investigación posterior que sirvió para zanjar todas las especulaciones vertidas entonces sobre la intencionalidad del incendio.
Ante la propagación del fuego, las autoridades desalojaron el Valle de los Caídos, seis kilómetros más allá del lugar donde comenzaron las llamas, y las urbanizaciones de San Lorenzo de El Escorial, mientras 500 efectivos entre bomberos, cuadrillas de forestales y guardias civiles trabajaron en la extinción en las que fueron algunas de las horas más angustiosas que recuerda la zona.
"La desesperación, la impotencia de ver avanzar el fuego" reinaron aquel 20 de agosto, según ha indicado a Efe el jefe de la Comarca 12 responsable del Abantos, Pedro González, que aún recuerda ver llorar a sus compañeros ante el avance de las llamas.
Los trabajos para sofocar el fuego se alargaron durante una semana, pero después "empezó una labor dura y fuerte, para controlar el fuego en el subsuelo y preparar el terreno para su repoblación", que se extendió en años sucesivos, ha detallado González.
Desde que en el año 2000 se inició la repoblación, la Comunidad de Madrid ha plantado en Abantos 440.000 árboles entre pinos, encinas, fresnos y otras especies de ribera, que han venido a sustituir a los árboles centenarios que perecieron en la catástrofe.
Según ha explicado la directora del Instituto Madrileño para la Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), María Jesús Villanueva, los primeros trabajos se centraron en evitar la erosión del suelo y recoger la madera calcinada.
Después se ha llevado a cabo una regeneración tanto artificial como natural, puesto que el arrastre de la madera y los piñones han llegado a regenerar por sí solas en algunas zonas, ha señalado.
La reforestación del monte Abantos ha costado más de un millón de euros, sin embargo, tendrán que pasar 50 o 60 años hasta que los árboles de apenas tres metros que hoy florecen en la ladera alcancen la altura de sus "compañeros" centenarios que sobrevivieron a las llamas.
Tragedias como la que ocurrió en Abantos siguen repitiéndose dentro y fuera de la Comunidad de Madrid, y, por ejemplo, en Zaragoza el fuego avivado anteayer en el campo de maniobras de San Gregorio ha arrasado ya más de 6.500 hectáreas.
Desde unos años a esta parte, ha asegurado González, "la gente está más concienciada, ya no nos peleamos por las lumbres de las barbacoas, pero aún hay quien se preocupa poco de la basura que deja en el monte o de cuando fuma".
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.