Las Palmas de Gran Canaria.- Los dos hombres que murieron hoy en el interior de una fábrica pirotécnica del municipio de Teror, al norte de Gran Canaria, como consecuencia de una explosión son Francisco Dávila, el dueño de la empresa, y su hijo, Pablo Dávila, mientras que el herido es un sobrino del primero.
Así lo confirmaron en una comparecencia conjunta en el Ayuntamiento de Teror el alcalde del municipio, Juan De Dios Ramos Quintana, y el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez, quien informó además de que el incendio provocado por este siniestro, ocurrido a las 15.15 horas, quedó sofocado a las 18.00 horas, indicaron a Efe fuentes del Consistorio.
No obstante, los tres helicópteros del Cabildo y el Gobierno de Canarias que han participado en las labores de extinción permanecen enfriando la zona en la que se almacenaba la pólvora para prevenir nuevas explosiones.
El incendio sólo ha quemado una pequeña extensión de matorral y eucalipto y ha requerido evacuar a los ocupantes de una vivienda cercana a la fábrica pirotécnica, sin que se conozca por el momento que haya causado daños materiales de importancia.
Pese a ello, los vecinos del barrio de El Secuestro de Teror no olvidarán el tremendo estruendo que les sorprendió hoy a las 15.15 horas y que les hizo pensar estaban ante un "terremoto" que movió sus casas y rompió los cristales de sus ventanas y al que siguió, según contó una de ellas a Efe, una "lluvia de billetes de 50 y 20 euros que salieron volando por las ventanas de la fábrica" siniestrada.
Luego, la onda expansiva de la deflagración originó una densa cortina de humo que no dejó ver nada más, relató.
El único superviviente de este siniestro, de 37 años, sobrino de Francisco Dávila, conocido en Teror como Pancho Dávila, ha sido trasladado al Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín con quemaduras menos graves en los brazos y pudo salvar la vida porque en el momento de la explosión, cuyas causas se desconocen, se encontraba en la oficina de la fábrica donde también trabajaban en ese momento sus otros dos familiares.
El alcalde Juan De Dios Ramos ha convocado para las 10.00 horas de mañana un pleno del Ayuntamiento para decretar tres días de duelo por la muerte de estos dos vecinos del municipio en la empresa familiar "Pirotecnia El Secuestro", ubicada en el barrio del mismo nombre, situado a dos kilómetros del casco histórico de Teror.
Los servicios de emergencia recuperaron en primer lugar el cuerpo sin vida de Pablo Dávila, de unos 30 años, que quedó atrapado en el interior de la fábrica.
Horas después se pudo recuperar el cadáver de su padre, de unos 60 años, al que también sorprendió la deflagración dentro de la empresa, según informó a Efe el 112.
Los accesos a las inmediaciones de la fábrica continúan acordonados por temor a que se produzcan más explosiones, ya que en su interior se almacena gran cantidad de material pirotécnico.
En las labores de extinción del fuego han participado efectivos de la Policía Local de Teror, Protección Civil de ese municipio y de Valleseco, bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria de los parques de Arucas y San Mateo, un helicóptero y un equipo de tierra del Grupo de Emergencias y Seguridad del Gobierno canario y otros dos helicópteros del Cabildo grancanario.
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