El hombre mediterráneo a debate: ¿españoles, griegos, croatas?

Los destinos costeros en Europa son muchos y variados. ¿Torremolinos, Formentera, Niza o Dubrovnik? Pues depende del presupuesto, de si te gusta más una rave o un chiringuito, de si prefieres un yate o eres más de pedaló... Pero hay un dato fundamental que no siempre tenemos en cuenta y que, oh ligones del mundo, es determinante a la hora de elegir lugar de vacaciones: los especímenes autóctonos, es decir, los hombres. ¿Aún te quedan dos semanitas de vacaciones? Espera, te ayudamos a elegir playa.

Español: entre el macho ibérico y Andrés Velencoso

Vale, no es verdad. Andrés Velencoso hay uno (y otro Kortajarena), mientras que hombres barrigones que huyen de la toalla de su señora al chiringuito en cuanto ponen un pie en la playa los hay a patadas. Pero mucho ojo, hay un intermedio que suele ser surferillo o hippy, un poco rollo Hugo Silva (quizás no tan guapo) que puebla las playas españolas. Este especimen se bandea bien en los chiringuitos de moda, de esos que no tienen porrón y en los que suena un house más bien hortera si es que no ponen algo de Chambao. No te dejes engañar y aunque de día beba mojitos y enseñe pectorales con los amigos, por la noche es de lo más receptivo.

Croatas: ¿unos Adonis o Marc Ostarcevic?

En la redacción una enamorada de Croacia lo deja clarísimo: "son los tíos más guapos de Europa" y otro compañero corrobora su versión. Morenos, delgados, finos, con ojos almendrados son un terreno aún por explotar, como sus costas. Nada de excesos marbellíes, ni de absurdo flower power ibicenco, o el politiqueo 'a la briatore'. No, allí todo es relajado, las aguas son cristalinas y los pinos aún no han sido talados por algarrobicos. Pues con los tíos lo mismo: nada de gafas de sol tamaño pantalla de cine a la italiana, ni 'charme' francés, ni gracejo 'made in Spain', en Croacia triunfa la naturalidad y los buenos alimentos. Ya, sí, Marc Ostarcevic es croata, pero no hay que tenerlo en cuenta, es difícil escapar al barroco influjo de Norma Duval.

Grecia: donde nació todo

Lo has decidido. Vas a coger tu maleta e irte a Grecia. Bravo. Qué digo bravo, bravísimo. Eso es lo que tenías que hacer. Viajar a la cuna de la perfección. Al sitio donde vivía el hombre en el que se inspiró Mirón para hacer 'El Discóbolo'. El mismo lugar donde Policleto plasmó en su Doríforo el canon de belleza que todas estudiábamos en el colegio y que por mucho que intentásemos no encontrábamos a nadie en clase que lo cumpliese. Por no hablar del reparto de Troya. No parece casualidad que eligiesen a Eric Bana, Brad Pitt y Orlando Bloom para hacer los papeles. Pues bien, quien tuvo retuvo. Y si antes había esculturas, ahora te puedes encontrar con cuerpos esculturales. Mira sino a su selección de waterpolo, ¡cómo para elegir sólo a uno! Claro que tú lo has visto, los de ahora no están tan depiladitos como los de antes. Pero da igual, ya se sabe que el hombre y el oso...

Italianos: no todo es Berlusconi...pero casi

Rafaella Carrá decía en una canción eso de "para hacer bien el amor hay que venir al sur". Pues bien, sus paisanos parecen haberse creído ese himno a pies juntillas y van por las playas con un pavo subido que les delata... Aún así, si lo que quieres es avistarlos a kilómetros tienes que fijar tu mirada en su paquete. En concreto, a lo que le viste. Los italianos son los únicos animales sobre la faz de la tierra que como norma llevan 'tubopacket', también llamado 'fardahuevos', ese bañador ajustadito de tipo slip que suele ser de lo más llamativo: leopardo, fluorescente... Esto, sin embargo, no termina el look playero de los transalpinos. Imprescindible gafas grandes, gorra o pelo engominado, abalorios varios y algún logo de marca en un lugar bien visible. ¿El mejor representante de este estilo 'pijo-hortera'? Cristiano Ronaldo que, aunque no es italiano, se sabe el look de memoria. Si aún así sigues creyendo que el de la pizza es tu tipo repasa a los bailarines italianos de la Carrá. Avisada quedas.

Franceses: Saint Tropez no es lo que parece

Quítatelo de la cabeza. Ni todos los franceses son tan bajitos como Nicolás Sarkozy ni tú tienes que ser una Carla Bruni para ligar con ellos. Olvídate también del romanticismo de la capital francesa y de esos parisinos que van con una baguette bajo el brazo. Los gabachos de la costa resultan ser una mezcla perfecta entre un cani poligonero y un intento de bohemio del norte. Esperamos que a los parisinos, tipos elegantes donde los haya, les de por bajar a las playas para alegrarte la vista. Por cierto Olivier Martínez solo hay uno... y está pillado.

Así vemos nosotras el producto mediterráneo. ¿Cómo lo ves tú? ¿Con cuál te quedas? ¿Eres más de jamón ibérico o de joroña que joroña? Compártelo con nosotras.