Kaniskina ratifica su condición de 'zarina' de la marcha

Berlín.-  Al igual que hiciera en la jornada inaugural de los Mundiales de atletismo Berlín'09 Valeriy Borchin, la rusa Olga Kaniskina ratificó hoy su condición de 'zarina' de la marcha, de auténtica dominadora de los 20 kilómetros sin discusión y oposición alguna.

Kaniskina, con tan solo 24 años, suma ya dos títulos mundiales y uno olímpico y lo hace con una superioridad casi insultante para sus rivales, incapaces de plantear oposición.

En el circuito instalado junto a la Puerta de Brandenburgo, la rusa dejó pasar cinco kilómetros sin asomarse por la primera línea del grupo y seis para incrementar el ritmo paulatinamente e irse de manera irremisible hacia un nuevo oro con un tiempo de 1h28:09 y más de cuarenta segundos sobre la segunda.

Ni los treinta grados que convertían el circuito en un horno amilanaron a Kaniskina, que este año había marcado la mejor marca mundial en febrero en Adler con 1h24:56, mejor que el récord mundial que fijó su compatriota Olimpiada Ivanova en Helsinki'05 pero que no puede ser homologada como nueva plusmarca por no haber habido los jueces mínimos para tal efecto en dicha prueba.

Platzer y su compatriota Anisya Kirdyapkina, que durante el calentamiento había ensayado de manera reiterada seguir a Kaniskina, fueron las únicas que trataron de seguir inicialmente a la campeona, pero fue un esfuerzo baldío.

Por lo tanto, la carrera quedó desde entonces partida en dos, como había vaticinado la víspera María Vasco. Por un lado, la 'cabalgada' en solitario de Kaniskina, que pasó por el ecuador con un tiempo de 44:58, y por detrás la lucha de las demás por los otros dos peldaños del podio.

Vasco fue valiente y se marchó a los ocho kilómetros en busca de Platzer y Kirdyapkina, a las que alcanzó sin muchos problemas. Pero las compañeras del grupo del que había escapado reaccionaron también y alcanzaron a la española, que pegó un bajón demasiado importante.

La china Hong Liu y la irlandesa Olive Loughnane, cuarta y séptima en Pekín, respectivamente, jugaron sus bazas y fueron en busca del podio al mismo ritmo que Vasco perdía sus opciones, tanto que se paró después de catorce kilómetros. Sin duda, había pagado el desgaste en el intento previo de buscar una presea.

Loughnane, con un estilo atípico, muy parecido por su movimiento de cabeza al de la maratoniana británica Paula Radcliffe, tuvo más reservas que la china y se escapó de la asiática a falta de dos kilómetros para colgarse la plata.

Platzer, que tampoco había podido soportar el ritmo de Liu y Loughnane tras su enorme esfuerzo por plantar cara a la reina Kaniskina, en pleno sufrimiento fue descalificada a falta de tres kilómetros.

La otra española en liza, Beatriz Pascual, que se había quedado descolgada del grupo de privilegio cuando Kaniskina cambió el decorado de la prueba, hizo entonces una carrera de menos a más en los momentos de la verdad y tras su sexto puesto en Pekín se mantuvo en la elite de la marcha mundial con la misma plaza y un crono de 1h30:40.

José Antonio Pascual.