San José.- El escritor y ex vicepresidente nicaragüense Sergio Ramírez aprovecha su última novela, "El cielo llora por mi", para denunciar "la decadencia de los ideales sandinistas" según dijo a Efe en Costa Rica.
Los dos protagonistas de la nueva historia de Ramírez son policías, el inspector Dolores Morales y el subinspector Bert Dixon, antiguos sandinistas revolucionarios e idealistas, que se enfrentan, según relata el autor, con otros sandinistas que están en el poder y "han traicionado y corrompido los ideales de la revolución".
Ramírez, vicepresidente de Nicaragua de 1984 a 1990 (en el primer gobierno del actual presidente, Daniel Ortega), explicó que durante la revolución "se lucharon por unos ideales, una ética de desprenderse de los bienes materiales, de solidaridad con los más pobres", unos ideales que se "descalabran" en 1990.
Para el autor, que se encuentra en Costa Rica promocionando "El cielo llora por mi", el inspector Morales es un reflejo de sí mismo, pues en la historia se queda "aferrado a esa vieja ética" y no entiende el nuevo mundo que le tocó vivir, "marcado por la corrupción, el enriquecimiento ilícito y el de dinero fácil".
Ramírez y Morales comparten los sentimientos de "desencanto y frustración con la revolución" que triunfó en 1979 al derrocar a Anastasio Somoza.
"Los dos somos de convicciones fuertes, pero el descalabro de las aspiraciones éticas de la revolución nos lleva a la misma forma de vida basada en el humor negro", aseguró Ramírez, quien en 1995 abandonó el Frente Sandinista y formó el Movimiento de Renovación Sandinista.
El escritor se muestra muy crítico con la actual situación de Nicaragua, un país de 5,7 millones de habitantes, en el que "el 60 por ciento de la población vive con menos de un dólar al día".
Para Ramírez, Managua, es una ciudad "caótica y multitudinaria", en donde viven tres cuartas partes de la población nicaragüense, pero que aún así sigue siendo "una ciudad campesina, destruida por un terremoto, en la que faltan servicios básicos, como la electricidad y el agua, y cada uno sobrevive como puede".
Según el autor, uno de los problemas principales que está azotando Centroamérica, y que se ve reflejado en su último libro, es el narcotráfico, pues esta zona "es un puente natural para el transporte de droga" desde el sur del continente hacia Estados Unidos.
Esta situación, aseguró, está creando "un drama" por "las personas que se quedan atrapadas en la vida provocada por esta actividad".
"Por suerte, la violencia en Nicaragua no ha llegado a igualar a la de México, porque por el momento sólo es un país de transporte y no de consumo como pasa en el norte del continente", añadió.
Ramírez adelantó que ya tiene en marcha su próxima obra, que tratará la vida de la escritora costarricense Yolanda Oreamuno, quien vivió en los años treinta del siglo pasado, y es "una rebelde sufrida en un mundo conservador".
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