Jerusalén.- Un 46 por ciento de los israelíes ve la homosexualidad como una perversión, según una encuesta difundida hoy por el diario "Haaretz", tras el ataque perpetrado el sábado pasado en un centro gay de Tel Aviv, en el que murieron dos jóvenes.
Los índices de homofobia varían notablemente entre los distintos grupos socio-religiosos de Israel.
Así, los tres colectivos que más consideran la homosexualidad como una perversión son los judíos ultraortodoxos (71%), los sionistas religiosos (67%) y los árabes (64%).
Les siguen los judíos originarios de la ex Unión Soviética, con un 57%, y los tradicionales (que observan preceptos del judaísmo sin ser ortodoxos), con un 44%.
Los judíos seculares presentan el mayor porcentaje de aceptación de la homosexualidad, aunque un 24% respondió afirmativamente a la pregunta "¿Ve usted la homosexualidad como una perversión?".
"Haaretz" publicará mañana los resultados completos de la consulta, que se basa en las respuestas de 498 israelíes.
El director del sondeo, Camil Fujs, explicó a Efe que los resultados son relativamente similares a los del resto del mundo desarrollado, en base a una consulta global del Centro Pew de 2007.
La población israelí acepta la homosexualidad algo menos que la media de los países occidentales, pero más que Rusia, Ucrania o Corea del Sur, para situarse en un equivalente a Bulgaria.
No obstante, Fujs reconoce que los índices reales de homofobia "probablemente sean peores" de los que refleja la encuesta por la influencia en las respuestas del clima de solidaridad hacia las víctimas del ataque en el centro gay en Tel Aviv.
"Quizás haya gente que estime que lo 'políticamente correcto' ahora es esconder sus verdaderas opiniones", agregó.
La comunidad homosexual israelí, particularmente visible en Tel Aviv, está preocupada por el ataque, efectuado por un hombre encapuchado y vestido de negro que irrumpió en un inmueble de la Asociación de Gays y Lesbianas de la ciudad y disparó con un arma automática en todas direcciones antes de darse a la fuga.
El asesino sigue todavía en paradero desconocido y la Policía ha pedido en los últimos días que no se dé por hecho que el móvil fue el odio a los homosexuales, pues se barajan otras hipótesis.
Hoy, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visitó el lugar del ataque, donde representantes de este colectivo se quejaron de que ministros y diputados han "incitado" a la homofobia con sus declaraciones.
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