Buenos Aires.- Las patronales agropecuarias de Argentina renovaron hoy sus críticas a las políticas para el sector que lleva adelante el Gobierno de Cristina Fernández, con el que están seriamente enfrentadas desde hace más de un año.
"En muchos años no ha existido un sólo plan tendiente a aumentar la producción agroindustrial", dijo el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, en la apertura de la 123 edición anual de la exposición de la entidad en Buenos Aires.
Tribuna tradicional para la voz del campo, esta vez la exposición no contó con la presencia de ningún funcionario del Gobierno de Fernández, pero sí de políticos de la oposición y de representantes de las otras tres mayores patronales rurales del país.
Biolcati reivindicó las protestas rurales iniciadas en marzo de 2008, cuando el Gobierno impuso un esquema móvil de derechos de exportación a los granos que cuatro meses después fue anulada por el Parlamento, lo que supuso un duro golpe político para el Ejecutivo.
El dirigente señaló que la "lucha" agraria recibió un apoyo popular "histórico" en los comicios legislativos del 28 de junio pasado, elecciones que darán lugar a partir de diciembre a un cambio en las mayorías en el Parlamento, donde el sector rural impulsa una bajada en los impuestos a las exportaciones de granos.
Biolcati afirmó que el Estado es "un predador insaciable" que, "lejos de comenzar a diseñar una política agropecuaria coherente, fue insensible ante el drama de muchos productores arruinados".
"A los que cultivan el maltrato hacia el campo, les decimos que el campo argentino ha dejado de ser la mansa vaca lechera que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de las políticas equivocadas", dijo el titular de la Sociedad Rural.
Biolcati dijo que las cuatro patronales rurales, que este viernes retomaron el diálogo con el Gobierno, continuarán "cultivando el diálogo", pero pidió que las "promesas se transformen en hechos".
En la reunión de este viernes, el Gobierno concedió algunas mejoras para las exportaciones de granos y carnes de vacuno que no conformaron los productores rurales, quienes siguen reclamando una rebaja en los impuestos a las exportaciones, algo que el Ejecutivo se niega a hacer alegando cuestiones de fiscalidad y mantenimiento de precios internos.
"¿Por qué el 27 por ciento de los argentinos padece hambre, si el campo argentino es un enorme fábrica de alimentos, si el campo entregó en estos últimos siete años casi 30.000 millones dólares que iban a aplicarse a planes sociales y programas asistenciales? ¿Adónde a ido a parar tanto dinero?", se preguntó Biolcati.
En el inicio del acto, el locutor oficial leyó un mensaje enviado por el vicepresidente argentino, Julio Cobos, quien sostuvo que "la unión expresada por el sector rural es la mejor oportunidad para que, ante los reclamos justos, se obtengan respuestas satisfactorias que se traduzcan en beneficios para todos los argentinos".
El público ovacionó las palabras de Cobos, quien hace un año, con su voto decisivo en el Senado a favor del sector rural, invalidó el esquema tributario que impulsaba el Gobierno, acto que fue considerado como una "traición" por varios oficialistas.
Por su parte, el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, aseguró hoy que el Gobierno "no es anticampo" y ratificó que está dispuesto a estudiar la posibilidad de disminuir la presión tributaria sobre el campo siempre que le señalen "alternativas para sacar recursos de otro lado", pues "los números no dan".
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