Barcelona.- Seis turistas fallecieron la pasada noche y casi setenta resultaron heridos, de ellos once de gravedad, en un accidente de autocar en Sant Pol de Mar (Barcelona), ocurrido cuando el vehículo, de dos pisos, se salió de la carretera en una curva muy cerrada de la C-32.
En el accidente, el más grave ocurrido en lo que llevamos de año en Cataluña, se han visto involucrados casi setenta turistas, casi todos holandeses, que se alojaban en varios hoteles de la costa catalana, entre Sant Pol de Mar (Barcelona) y Lloret de Mar (Girona), y que habían contratado una excursión de un día a Barcelona.
Al regresar hacia sus respectivos alojamientos, el autocar -de dos años de antigüedad, con los papeles en regla y conducido por un trabajador con quince años de experiencia, que ha quedado herido grave- ha sufrido hacia las 23.13 horas un aparatoso accidente, que podría haber sido aún peor si el vehículo no hubiera sido retenido por una valla antes de desprenderse por un terraplén.
Según el subjefe de la división de Tráfico de los Mossos d'Esquadra, Vicençs Gasulla, el autocar, en vez de tomar la curva de salida -la más cerrada de toda la C-32-, ha seguido recto por motivos que se investigan, se ha saltado una valla, un pequeño rellano y ha invadido la carretera, donde ha chocado con un turismo y ha volcado, hasta amortiguar el golpe en otra valla, que le ha salvado de caer al vacío.
Seis pasajeros han fallecido y cerca de setenta han quedado heridos de diversa consideración. Las familias de las víctimas están recibiendo asistencia psicológica por parte del Servicio de Emergencias Médicas (SEM).
De los casi setenta heridos, veintisiete se encuentran en estos momentos ingresados en una decena de hospitales catalanes, once de ellos en estado grave, mientras que siete, cuyo estado revestía gravedad, han mejorado en las últimas horas, según ha informado el Departamento de Presidencia de la Generalitat en un comunicado.
Pese a que los datos sanitarios facilitados por Presidencia hablan de 68 personas heridas (66 pasajeros, el conductor del autocar y el conductor del turismo implicado en el suceso), la empresa propiedad del autocar, Autocars Plenacosta, mantiene que en el vehículo tan sólo viajaban 63 turistas, el conductor y un guía.
Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para tratar de esclarecer las causas del accidente, aunque por ahora se descarta la alcoholemia del conductor -ha dado negativo-, un fallo mecánico o un reventón.
Los especialistas de la policía catalana están analizando los datos que aporte el tacógrafo, que serán determinantes para aclarar si el vehículo circulaba con exceso de velocidad, en una curva muy cerrada donde se limita la marcha a 40 kilómetros por hora.
También se investiga si ha intervenido el factor humano -una distracción, una somnolencia o un problema de salud-, o la aparición repentina de un obstáculo en la vía, así como si los turistas llevaban abrochado el cinturón de seguridad.
A la vista de este accidente, el director del Servicio Catalán del Tráfico, Josep Pérez-Moya, ha pedido a los conductores catalanes -que precisamente hoy inician el mayor éxodo del verano, con la salida de 475.000 vehículos con motivo de las vacaciones de agosto- que extremen la prudencia al volante, respeten los límites de velocidad y la distancia de seguridad.
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