Ávila.- Las escenas de angustia y de solidaridad vividas durante los cuatro últimos días en el incendio que ha asolado la comarca abulense del Valle del Tiétar van dejando paso hoy, una vez que el perímetro está ya estabilizado, a la reivindicación de apoyo institucional en los municipios afectados.
Mas de 5.000 hectáreas de monte ha calcinado este fuego desatado el pasado martes y que se cobró dos víctimas mortales, un profesor jubilado que intentó evitar que las llamas llegarán a su casa de campo y un capataz madrileño que fue atropellado por un tractor.
El alcalde de Arenas de San Pedro, donde se originó el incendio, Óscar Tapias, ha comentado a Efe la intención de su Corporación municipal de crear una oficina para recoger toda la documentación de los vecinos cuyas propiedades se han visto afectadas por las llamas para solicitar las ayudas correspondientes.
"Hay mucha gente que lo ha perdido casi todo, aunque el mayor daño es medioambiental, pues los pinos quemados tardaremos en volver a verlos muchos años, pero especies autóctonas que están en peligro de extinción puede que no volvamos a verlas", ha comentado, por su parte, el regidor de El Arenal, José Luis Troitiño, quien ha recordado aquella campaña del Icona que decía "cuando el monte se quema, algo tuyo se quema".
Troitiño ha anunciado que esta misma tarde será ratificado por el Pleno municipal de El Arenal un decreto para que esta zona sea declarada zona catastrófica, que será trasladada a la Junta y al Gobierno central.
Esas peticiones de ayuda han recibido cumplida respuesta por parte del delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Francisco José Sánchez, que este mediodía, en declaraciones a los periodistas, ha asegurado, como ya lo hiciera el miércoles el propio presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, que "los vecinos del Valle del Tiétar no se van a quedar solos".
En la zona de Arenas de San Pedro, como ha apuntado su alcalde, "ya no hay llamas, pero continúan a esta hora los trabajos de refresco de toda la zona calcinada y el puesto de emergencia continúa operativo durante las 24 horas del día".
Algo parecido ocurre en uno de los frentes más activos estos días pasado, la zona de Navarredonda de Gredos, donde hoy, según su regidor, José Manuel Garabato, "prácticamente está todo apagado y ya no hay llamas fuera del perímetro de control", que llegó a extenderse 40 kilómetros.
José Manuel Garabato ha explicado a Efe que dentro del término municipal de Navarredonda de Gredos, "las llamas no han llegado a tocar ni los pinares no las zonas de repoblación, algo que no ha ocurrido en la localidad vecina de San Martín del Pimpollar", también próxima al Parque Regional de la Sierra de Gredos.
El otro gran foco, que tantos quebraderos de cabeza dio en la madrugada del jueves por la reactivación de las llamas, dentro del término municipal de El Arenal, "ya hoy está muy controlado", ha apuntado José Luis Troitiño, quien ha subrayado que en estos momentos "todavía hay un operativo muy importante en la zona para apagar cualquier llama que se reproduzca".
"Aún así, la noche pasada ha sido tranquila y se ha regado muchísimo toda la zona calcinada, gracias en buena medida a la solidaridad de la gente, que ha venido desde Madrid, Castilla La Mañana y otras provincias de Castilla y León", ha afirmado el alcalde de El Arenal.
Una solidaridad que ha sido la palabra más empleada tanto por los regidores de los municipios afectados, como por los dirigentes autonómicos, pues en las labores de extinción han participado estos días más de 1.000 personas, apoyadas por más de 30 medios aéreos y por miles de vecinos, que han colaborado tanto en las labores de abastecimiento como en las de extinción en el monte.
El alcalde de Arenas de San Pedro, Óscar Tapias, ha recordado, como anécdota, la de un hombre mayor de su pueblo que el pasado martes se acercó para ayudar diciendo que "no podía ir al monte, pero que nos quería entregar 620 euros para apoyar, que seguramente era toda su pensión del mes".
Mientras los profesionales siguen vigilando el perímetro del incendio, las gentes de los pueblos afectados por las llamas, recuperan poco a poco la normalidad, como es el caso de un pastor de Cuevas del Valle, Antonio Rodríguez, que sufrió en su rebaño las consecuencias del fuego y que hoy salía con sus ovejas, como cada mañana.
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