La aprobación del ERE reactiva la tensión y la conflictividad en Nissan

Barcelona.-  La autorización, por parte del Departamento de Trabajo, de 698 despidos en Nissan, ha reactivado la tensión y la conflictividad laboral entre empresa y trabajadores, que hoy mismo se han echado a la calle para rechazar el expediente y la forma como la empresa lo ha comunicado a los afectados.

Muchos empleados se han enterado de que formaban parte de la lista de afectados cuando han intentado acceder a primera hora de la mañana a la factoría de la Zona Franca para empezar su turno de trabajo y han comprobado que la banda magnética de la tarjeta que les autorizaba a pasar estaba desactivada.

Se han vivido entonces algunos momentos de tensión, ya que un grupo de trabajadores ha accedido a la fuerza hasta el patio de la factoría tras tumbar una valla de acceso al suelo y forcejear con el personal de seguridad.

Un portavoz de la empresa ha asegurado a Efe que anoche comunicó el despido a 638 de los 698 trabajadores, con lo que sólo 60, con los que no logró contactar, no fueron informados y se han enterado esta misma mañana.

Pese al desconcierto de las primeras horas, dominadas por las caras largas y de desánimo de los trabajadores, la fábrica ha operado con normalidad y no se ha producido ningún incidente ni daño en su interior.

La plantilla, eso sí, se ha echado a la calle para expresar su rechazo al expediente. Al mediodía, los trabajadores se han concentrado frente a la delegación provincial del Departamento de Trabajo, contra la que han lanzado huevos, y posteriormente han cortado durante un rato la avenida Paralelo de Barcelona.

El sindicato UGT ha calificado de "terrorista y menospreciable" el modo en que la dirección de Nissan ha comunicado el despido a los trabajadores afectados por el ERE y ha anunciado que estudiará jurídicamente la resolución del expediente y el listado de despidos, con tal de evitar posibles discriminaciones.

CCOO, por su parte, ha tachado de "irresponsable" la decisión de la Generalitat de aprobar un ERE que ha provocado un clima de conflictividad social y laboral en la empresa.

Sin embargo, esta conflictividad no sólo se ha vivido entre empresa y sindicatos, sino también entre las propias centrales sindicales, después de que CGT haya acusado a CCOO, UGT y USOC de ser, en parte, responsables de los despidos por haber firmado el plan industrial de la automovilística.

CGT, además, ha asegurado que lo más afectados por el expediente son sus afiliados.

El sindicalista Javier Pacheco, de CCOO, ha rechazado estas acusaciones y ha dicho que los sindicatos mayoritarios de Nissan han demostrado su defensa de los trabajadores con el proceso de movilizaciones que se han llevado a cabo y han hecho lo que han podido para evitar los despidos.

El representante de CCOO ha calificado de "injusta" la aprobación del ERE por parte de la Generalitat, a quien ha acusado de atender a fundamentos jurídicos y no tener cintura política para obligar a la empresa a negociar. Además, ha señalado que valorarán la resolución por si cabe interponer recurso.

Todos los sindicatos convocarán asambleas de trabajadores para decidir qué acciones toman tras la aprobación del ERE.

CiU, por su parte, ha exigido al Govern que explique bajo qué condiciones se ha autorizado el ERE de Nissan de Barcelona.

La Generalitat ha autorizado, por una parte, el despido de 548 trabajadores y, por otra, de 150 empleados más con el compromiso de la empresa de volver a contratar a éstos últimos si se cumplen las expectativas de incrementos de carga de trabajo recogidas en el plan industrial de Nissan, presentado en febrero.