Bucarest.- Los príncipes de Asturias visitaron hoy en el barrio obrero Militari, ubicado al oeste Bucarest, un centro de acogida de menores regentado por los Hermanos Maristas, que alberga a 32 niños de un país en el que, según datos de Unicef, se abandonan más de 4.000 bebés al año.
Con esta visita, los príncipes concluyeron su primera visita oficial a Rumanía, donde mantuvieron encuentros con las principales autoridades del país y respaldaron las inversiones que las empresas españolas están llevando a cabo.
El centro "San Marcelino Champagnat" acoge desde 2006 a 32 menores abandonados o procedentes de familias conflictivas, alojados en cuatro hogares de los Hermanos Maristas.
La Comunidad de Madrid ha destinado a este centro 361.000 euros para el desarrollo de este proyecto, cuyo objetivo es formar social y laboralmente a jóvenes en situación de vulnerabilidad.
La mayoría de estos 32 chicos y chicas, según indicó el padre Antolín, no tienen familia y, por tanto, pasan todo su tiempo en el centro, en tanto que los que todavía mantienen vínculos familiares pueden disfrutar con ellos las vacaciones y los fines de semana.
Según el padre Antolín, los menores permanecen en el centro hasta los 18 años, por lo que los Hermanos Maristas estudian la posibilidad de que después de esa edad puedan seguir tutelados en pisos de alquiler.
Mientras que estos niños han podido ser acogidos en este centro, más de 350.000 menores rumanos viven sin alguno de sus progenitores y, de ellos, más de 120.000 sin ninguno de sus padres. La mayoría son hijos de inmigrantes que trabajan en España o en Italia.
Además, según Unicef, unos 4.000 bebés son abandonados en Rumanía, sobre todo, como explicó el padre marista Juan Carlos Sanz, en los hospitales, una situación que se ha agravado debido a la crisis económica.
Por otro lado, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que unos 70.000 niños trabajan en Rumanía, especialmente en la construcción y en la agricultura.
La visita de los príncipes al centro "San Marcelino Champagnat" fue recibida con alegría por los niños acogidos, que les ofrecieron un pan elaborado por ellos mismos y un ramo de flores.
Don Felipe y Doña Letizia descubrieron una placa conmemorativa de la visita, recorrieron las instalaciones y departieron con los niños, que les ofrecieron un baile regional, la Hora, así como una exhibición de futbolín, porque hoy mismo habían recibido la mesa de este juego y otra de ping pong.
El padre Antolín explicó a los príncipes la situación de los niños, a los que también visitó el director de Cooperación de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano.
La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, se comprometió en 2006, cuando visitó el centro, a ayudar al desarrollo de este proyecto.
Por primera vez, la Comunidad de Madrid ha incluido a Rumanía y Bulgaria en el grupo de países con atención especial, según el Plan de Cooperación del gobierno regional 2009-2012, que cuenta con un presupuesto de 173 millones de euros.
Los rumanos son los inmigrantes que tienen mayor presencia en la Comunidad de Madrid, con 205.784 empadronados, lo que representa el 18,5 por ciento de la población total extranjera en la región.
Antes de sus visita al centro, los príncipes ofrecieron una audiencia a una decena hispanistas rumanos y después se trasladaron al Museo Nacional de Bucarest, que cuenta con una importante colección de arte medieval.
Don Felipe y Doña Sofía partieron a las 14.00 horas del aeropuerto de Bucarest con destino Madrid.
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