Escenificación perfecta. Para erradicar rumores, Gerardo Díaz Ferrán ha logrado hoy el aval de sus 21 vicepresidentes —los barones territoriales más los sectoriales habituales— en una reunión de la Junta Directiva de la patronal CEOE para acallar una parte de los susurros críticos que persisten en la organización empresarial más grande del país.
De momento, Ferrán ha logrado una aparente unidad, pero esa misma cúpula monstruosa —es difícil encontrar una organización en España y en Europa que cuente con 21 vicepresidencias— a la que se entregó el pasado 2 de abril, cuando fue reelegido, le ha rebautizado hoy con todos sus honores, después de que Zapatero le acusara de romper el diálogo social.
En la reunión que han mantenido esta mañana, la Junta Directiva de la patronal ha demostrado que son 'todos para uno' aprobado por unanimidad proponer al Gobierno y a los sindicatos retomar el diálogo social en septiembre, "sin líneas rojas, ni perímetros". Secundado por el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, y por el presidente de CEPYME, Jesús Bárcenas, así como de otros altos cargos de la patronal, Diáz Ferrán ha manifestado su malestar por las críticas del Gobierno al que acusa de realizar un "ejercicio de demagogia". Así, ha dejado claro que "ninguna comida cambia los principios de la CEOE", que son siempre los mismos, "rigurosos", "coherentes" y que buscan soluciones de interés general.
Con todo, las buenas palabras y el respaldo recibidos no acallan los susurros de grandes constructores. Algunos ya han enviado a La Moncloa su mensaje: "No compartimos la posición de la CEOE presidente, pero Gerardo (Díaz Ferrán) está atado por su directiva" afirma un empresario cercano a la patronal SEOPAN. Tampoco tiene, por ahora, el respaldo claro de los igualmente grandes empresarios de la energía —sobre todo los eléctricos— encantados con los favores y los regalos que el Gobierno Zapatero les hace un día sí y otro también, como ha sucedido con el último Real Decreto sobre CO2 y el chiste del bono social.
Pero sí que ha recibido hoy un inesperado apoyo del consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, quien durante la presentación de resultados del banco ha afirmado que "nosotros somos parte de la CEOE y con eso está dicho todo". Después ha recordado que el presidente del banco, Francisco González, siempre ha abogado por un pacto social para salir de la crisis.
Hasta ahora, la patronal de la banca, AEB, ha mantenido una elegante distancia con respecto al vulgo de las 2.000 asociaciones de base y 200 organizaciones territoriales y sectoriales que forman la CEOE.
Utilizado como argumento o arma a veces por el Gobierno y otras por la patronal o los sindicatos, ha sido la historia de un largo desencuentro anunciado, en el que los grandes banqueros y empresarios de élite han preferido no ensuciarse las manos. Como mucho, han aprovechado desde sus respectivas tribunas públicas, pidiendo una reforma sensata del mercado de trabajo.
¿Y quienes son esos barones, los 21 "potenciales Bruto" vicepresidentes, a los que está entregado el actual presidente de la patronal? Porque fue el propio Díaz Ferrán quien el pasado jueves 23, durante la cena celebrada en La Moncloa con los lideres sindicales y Zapatero , reveló que no podía apearse de las posiciones que mantenía "porque no puedo sacarlas adelante en la junta directiva", según han confirmado a soitu.es fuentes sindicales. "Gerardo está en la cuerda floja o se escuda en esa supuesta cuerda floja, pero durante la cena con Zapatero, una vez más, como si fuera una confidencia en petit comité, vino a decir que si firmaba un pacto que no incluyerá las posiciones imposibles que mantienen (los cinco puntos de rebaja de cotizaciones entre otros) nosotros y el gobierno nos sentaríamos este otoño con otro presidente de la CEOE", añaden las mismas fuentes sindicales.
Sea verdadero o falso, lo cierto es que aunque la página web del comité ejecutivo de la CEOE mantiene que hay 13 vicepresidencias, para ser elegido el pasado 2 de abril, Ferrán tuvo que entregar una parte del poder, no solo a los representantes de las patronales sectoriales, sino a varios de los barones autonómicos, presidentes de las patronales de diferentes comunidades autónomas, como fue el caso del presidente de la patronal andaluza,Santiago Herrero, un incómodo patrón que ha sido neutralizado sentándole al frente de la estratégica Comisión de Relaciones Laborales. Otras comunidades, como la asturiana, han logrado un poder nunca antes visto en la gran casa de los empresarios, mientras que otros, como Jesús Bárcenas, el presidente de Cepyme que hoy mismo recibía los mimos del propio Díaz Ferrán, fue descarademente aparcado de la mesa negociadora, con el apoyo de la propia Moncloa.
"Hoy Díaz Ferrán ha tocado a rebato y no les quedaba a ninguno otro remedio que cerrar filas a su alrededor. No se pueden consentir las acusaciones de Zapatero y cargar solo contra los empresarios. Cuando les ha interesado, bien amigos que se mostraron (ZP y Ferrán). La cuestión es cuanto tiempo tardarán en saltar chispas en Diego de león (sede de la CEOE en Madrid) y qué hará Zapatero a la vuelta del verano o antes, a la vista de los resultados del CIS. Será un otoño caliente y entretenido", sentenciaba un viejo economista, miembro del servicio de estudios de una gran institución.
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