Naciones Unidas.- Irak y Kuwait deberían buscar alternativas para resolver sus diferencias sobre las reparaciones que Bagdad aún debe por los daños causados por la primera Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991), aconsejó hoy el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En un informe al Consejo de Seguridad, el máximo responsable de Naciones Unidas señala que toma nota de la petición del Gobierno iraquí de reducir o eliminar el actual mecanismo a través del que Bagdad paga las compensaciones.
Irak desvía un cinco por ciento de sus ingresos petroleros a un fondo de compensación gestionado por la ONU para pagar los daños causados por la invasión iraquí de su vecino Kuwait en 1990 y los posteriores siete meses de ocupación.
"En cuanto a este asunto, animó enérgicamente a Irak y a otros países implicados a discutir soluciones alternativas a los problemas de las compensaciones y el abono de deudas pendientes", resalta Ban en el documento.
Según la ONU, Bagdad ha pagado hasta la fecha 27.100 millones de dólares en compensaciones a Kuwait y debe todavía unos 25.200 millones de dólares.
El máximo responsable de Naciones Unidas recuerda en el informe que el Gobierno de Irak actual es "muy diferente" al que derrocó en 2003 una coalición internacional encabezada por EE.UU.
"Espero que el Consejo de Seguridad tome en consideración este informe para adoptar las decisiones que ayuden a Irak a cumplir oportunamente sus obligaciones pendientes", afirma.
En el documento, insta a Bagdad y Kuwait a analizar "métodos innovadores para resolver los asuntos pendientes, en un ambiente propicio para compromisos generosos y de entendimiento de las posiciones de cada uno".
El informe de Ban cumple con la resolución 1.859 adoptada el año pasado por el Consejo de Seguridad, en la que se decidió revisar todas las resoluciones relacionadas con Irak con la meta de normalizar su situación internacional del país.
Estas resoluciones obligan a Irak a abonar las reparaciones pedidas por Irak, devolver los bienes kuwaitíes saqueados, asistir en la identificación de desaparecidos, así como a colaborar en la demarcación de una nueva frontera.
El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, pidió a Ban la semana pasada en una visita a la ONU una reducción de la pesada carga de reparaciones de guerra que su Ejecutivo heredó del régimen de Sadam Husein.
El Gobierno iraquí desea que el Consejo de Seguridad reconozca que Bagdad ya no representa una amenaza para la seguridad internacional, que es la razón que sustenta las sanciones impuestas al país tras la primera Guerra del Golfo.
Kuwait, sin embargo, insiste en que no deben producirse cambios en la situación internacional de Irak hasta que se satisfagan todas las demandas pendientes.
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