SANTIAGO DE COMPOSTELA.- El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, celebrará el martes sus cien primeros días al frente del Ejecutivo gallego con la satisfacción de haber "superado" la "división política" del bipartito. "Ahora hay un Gobierno unido y cohesionado que gira en torno a un único proyecto", asegura, al tiempo que destaca la capacidad de la nueva Xunta para buscar la "unidad" con otras administraciones.
El 'Acordo do Obradoiro' sobre el AVE, la visita a las siete grandes ciudades gallegas o la reunión con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) son algunos de los ejemplos a los que recurre el presidente gallego para reflejar su voluntad de diálogo institucional, que ratifica poco más de tres meses después de presidir su primer Consello da Xunta en el Pazo de Raxoi.
Fue el 20 de abril y lo hizo el mismo día en el que presentó oficialmente a su equipo de gobierno --compuesto por seis hombres y cuatro mujeres--. Esa misma semana fue investido jefe del Ejecutivo gallego tras obtener la confianza del Parlamento de Galicia, prometió su cargo y lo celebró en la Praza do Obradoiro, a donde volvieron los gaiteros después de tres años y medio de bipartito.
A falta de dos días para que finalice el período de gracia que, por cortesía, la oposición acostumbra dejar a un nuevo presidente, Núñez Feijóo dice estar satisfecho por el trabajo realizado. "Durante estos cien primeros días nuestra única guía fue pasar del dicho al hecho", proclama y destaca que su motivación ha sido en este tiempo "dar a los gallegos una buena noticia cada día" en un contexto económico difícil.
El jefe del Ejecutivo autonómico apela a los conceptos de "austeridad, unidad, verdad y libertad" para definir su arranque en San Caetano. En este sentido, la austeridad fue uno de los pilares de la campaña que le abrió las puertas de San Caetano y con ella ha identificado Feijóo una buena parte de las medidas adoptadas en sus primeros cien días, empezando por la puesta en venta del Audi A8 del ex presidente Emilio Pérez Touriño, junto a otros 22 vehículos de alta gama del parque móvil de la Xunta.
De acuerdo con el principio de la austeridad, Feijóo también redujo de 13 a diez el número de consellerías y los delegados provinciales, de 52 a cinco. Dentro de sus cien primeros días, su Gobierno también ha aprobado un plan de austeridad dotado con 144 millones de euros destinados a "reactivar" la economía, como prometió Feijóo en su discurso de investidura.
MEDIDAS ECONÓMICAS
En el ámbito económico, la nueva Xunta también aprobó antes de cumplir cien días un plan de choque basado en un reajuste presupuestario de 1.224 millones de euros, lo que supone reorientar el 11 por ciento de las cuentas que aprobó el bipartito.
El programa de ayudas al sector de la automoción y el Plan Lácteo, que incluye subvenciones directas para las explotaciones en "peor" situación económica, son otras de las principales medidas adoptadas por el Gobierno de Feijóo, al igual que el proyecto de una nueva Ley de Pesca, que prevé "menos intervencionista" y "más respetuosa" con el papel de las cofradías.
Asimismo, cumplió el compromiso de rebajar en un 50 por ciento el tramo autonómico de los impuestos para comprar una vivienda a jóvenes y familias numerosas. Eso sí, permanece pendiente la promesa de reducir el 8 por ciento en el IRPF para más de 600.000 gallegos con ingresos inferiores a 18.000 euros.
Pendiente está también la presentación del nuevo modelo eólico gallego después de que que el presidente gallego decidiese "revisar" la admisión a trámite que había formalizado el bipartito. En todo caso, espera tener lista la propuesta definitiva "antes de irse de vacaciones", el próximo 6 de agosto.
En el campo de la ordenación del territorio, la nueva Xunta ha redactado el borrador de la nueva Ley del Suelo, que cede a los ayuntamientos más competencias. Frente a ello, sigue pendiente la reforma de las Normas do Hábitat y del Plan do Litoral, que Feijóo ha prometido aprobar antes de que acabe el año.
Por el momento, tampoco se ha aprobado el plan de infraestructuras --con horizonte en 2015-- que el presidente comprometió en su sesión de investidura, aunque sí anunció que lo presentará el mes que viene y que contará con una inversión de 1.300 millones de euros.
'ACORDO DO OBRADOIRO' Y FINANCIACIÓN
No obstante, en el ámbito de las infraestructuras ha dado uno de los pasos más importantes de estos primeros cien días de Gobierno con la firma del 'Acordo do Obradoiro' --que fija la llegada del AVE en 2015, con una inversión del Estado próxima a los 4.700 millones-- suscrito con el ministro de Fomento, José Blanco.
El otro gran reto que ha tenido que asumir Feijóo en su primera etapa al frente de la Xunta es la aprobación del nuevo modelo de financiación autonómica. La abstención de la Xunta en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) le costó las críticas de PSOE y BNG que, por razones distintas, le acusaron de "someterse a las directrices" del PP nacional.
Finalmente, justificó su abstención en base al supuesto "compromiso" del Gobierno central de que Galicia recibiría 64 millones a mayores de los 590 de la "oferta inicial" en el reparto de fondos adicionales, lo que supondría un total de 654 millones. Ahora, el propio Feijóo reconoce que "al parecer, 34 millones no están consolidados".
EDUCACIÓN Y LENGUA
Convencido de que la libertad es "necesaria" para trasladar la "cordialidad de las calles" a la gestión política, Feijóo situó la derogación del decreto del gallego en la enseñanza del bipartito como uno de sus principales caballos de batalla electoral.
Una vez en el Gobierno, esta derogación no ha podido ser inmediata, pero se ha puesto en marcha una encuesta sobre el uso del gallego en el ámbito educativo para los padres, cuyos resultados deberían estar listos antes de que finalice este mes.
"Cumplimos nuestro compromiso de que los padres cuenten en la educación de sus hijos y estamos recuperando la cordialidad lingüistica", asegura Feijóo, cuyo Gobierno ha adoptado además otra decisión significativa en el ámbito educativo: la sustitución del sistema universal de gratuidad para los libros de texto por un nuevo modelo de concesión de ayudas en función de la renta familiar.
En la Consellería de Cultura destaca la apuesta por la preparación intensiva del Año Santo 2010, en el que Feijóo confía para dar un impulso a la economía gallega. La gran asignatura pendiente es el proyecto de la Ciudad de la Cultura, al que el presidente se refirió en pocas ocasiones durante la campaña electoral y eludió en su discurso de investidura.
En el ámbito social, Benestar asume la aplicación de la Ley de Dependencia como su gran reto y se ha comprometido a reducir los tiempos de valoración de un año a seis meses, "priorizando" el diagnóstico a la fecha de solicitud. La Consellería de Sanidade mantiene su objetivo de reducir las listas de espera, aunque su reto más inmediato es la gripe A. Para luchar contra la pandemia reserva 25 millones de euros.
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