Kabul.- Seis insurgentes con chalecos cargados de explosivos asaltaron hoy edificios gubernamentales de la ciudad afgana de Gardez, capital de la provincia oriental de Paktia, y acabaron con la vida de cinco miembros de las fuerzas de seguridad, informó a Efe una fuente oficial.
El portavoz del gobernador de Paktia, Ruhulah Samun, explicó que los seis suicidas, que fallecieron en el ataque, entraron esta mañana en la ciudad envueltos en un 'burka', prenda tradicional que llevan las mujeres afganas.
Un primer grupo de tres talibanes atacó la oficina de los servicios de inteligencia en la ciudad, donde uno de ellos hizo estallar la carga explosiva que portaba y acabó con la vida de tres agentes secretos.
Las fuerzas de seguridad mataron a balazos a los otros dos atacantes, según Samun.
La Policía también acabó con la vida de otros dos insurgentes antes de que irrumpieran en la residencia del gobernador de Paktia, según su portavoz.
Y el último miembro del comando insurgente atacó una comisaría, mató a dos policías y causó heridas a otros tres, aunque las fuerzas de seguridad lo abatieron antes de que pudiera detonar su chaleco explosivo.
Aunque Samun dio por cerrado el ataque, según la versión de un portavoz de los talibanes, Zabihulah Muyahid, quince suicidas integran este comando insurgente que ha atacado varios edificios gubernamentales, y los combates aún continúan.
Consultado por Efe, Muyahid añadió que otros cuatro suicidas hicieron estallar la carga explosiva que portaban en el aeropuerto de Yalalabad, capital de la cercana provincia de Nangarhar, un extremo por el momento no confirmado por las autoridades.
El portavoz talibán no pudo ofrecer una cifra de víctimas en estos ataques.
Durante los últimas semanas han tenido lugar varios ataques talibanes en el este de Afganistán, donde han intentado tomar el control sobre varios distritos.
La violencia se ha disparado en Afganistán, sobre todo en el número de bajas de las tropas internacionales, desde que a principios de julio unos 4.000 marines estadounidenses y 650 miembros de las fuerzas de seguridad afganas lanzaran una gran operación contra los talibanes en la provincia sureña de Helmand.
Ni la coalición liderada por EEUU ni la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, están ofreciendo cifras actualizadas de bajas entre las filas talibanes en esta ofensiva a gran escala.
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