MADRID.- La mesa de diálogo social que conforman Gobierno, empresarios y sindicatos retomará hoy sus trabajos después de que el Ejecutivo aceptara la petición de la CEOE de aplazar hasta hoy la reunión que estaba prevista para el pasado jueves.
El Gobierno podría poner sobre la mesa una nueva propuesta, con más concreción sobre algunos temas, cumpliendo así la petición de la CEOE, que precisamente pidió que se pospusiera la reunión del jueves por considerar que la última oferta del Ejecutivo era inconcreta.
Aunque a los sindicatos no les gustó demasiado este gesto de la patronal, al Gobierno no ha parecido importarle tanto, pues ha aprovechado los últimos días para hacer cálculos y analizar cuánto podrían rebajarse las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, demanda a la que la patronal no está dispuesta a renunciar.
"Nos hemos dado unos días para reflexionar y meditar", decía el pasado viernes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien volvió a mostrar su confianza en la posibilidades de llegar a un acuerdo lo antes posible.
La reunión de hoy precede al encuentro que celebraran este miércoles el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los líderes de CC.OO., UGT, CEOE y Cepyme, Ignacio Fernández Toxo, Cándido Méndez, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, respectivamente.
Para el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, la semana que comienza es clave para el futuro del diálogo social, pues está convencido de que "todas las posiciones se van a mover en la dirección de llegar a un acuerdo".
Los sindicatos no lo tienen tan claro, pero tampoco la CEOE, que considera que lo que el Gobierno les ha puesto hasta ahora sobre la mesa no merece que estampe su firma en ningún papel. La patronal argumenta que la propuesta del Ejecutivo, además de inadecuada, es inconcreta y así se lo hizo saber hace unos días al Gobierno. De hecho, una de las cosas que están pendientes de concretar es la ansiada rebaja de cotizaciones empresariales a la Seguridad Social que quiere la CEOE.
Según la organización empresarial, el Ejecutivo se comprometió a aclarar éste y otros temas en un documento que debía haberles hecho llegar el pasado viernes, pero todo apunta a que no recibirán esta nueva oferta hasta hoy, antes o durante la reunión, y al mismo tiempo que los sindicatos.
Después de ofrecer inicialmente una rebaja de medio punto en las cotizaciones empresariales por contingencias profesionales (accidente laboral y enfermedad profesional), la última oferta del Gobierno, formulada hace una semana, dejaba en suspenso la cuantía del recorte, aunque algunas voces de la negociación hablan de que éste podría rondar los dos puntos, extremo que la CEOE no ha confirmado.
El ministro de Trabajo no ha querido precisar qué rebaja propondrán finalmente porque, según ha dicho, se tienen que hacer los cálculos y estudios pernitentes para garantizar que el recorte de cuotas que planteen en la negociación no pondrá en riesgo el sistema de la Seguridad Social.
Desde CC.OO. ya se ha advertido de que una rebaja de dos puntos en las cotizaciones empresariales haría entrar en déficit al sistema a partir de 2011. Los empresarios, por su parte, insisten en que lo óptimo sería recortar cinco puntos las cotizaciones sociales para igualar a España al nivel europeo, pero ésta es una posibilidad ya descartada por el Gobierno.
En cualquier caso, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha declarado que la postura de la patronal es "flexible", aunque tampoco ha querido aclarar qué rebaja de cuotas estaría dispuesta a aceptar la organización empresarial. Lo que sí ha dejado claro es que si el acuerdo no busca mejoras en la competitividad de las empresas, "será muy difícil" que la patronal lo suscribiera.
LA AYUDA A LOS PARADOS, EL OTRO ESCOLLO
El otro gran caballo de batalla de estas negociaciones es el de cómo proteger a los desempleados que han agotado ya prestación y subsidios y se han quedado sin ingresos. El Gobierno propuso inicialmente un programa de seis meses de duración, llamado 'Programa Temporal de Inserción', por el que los parados sin rentas tendrían acceso a una ayuda de 420 euros mensuales, vinculada a la formación para poder volver cuanto antes al empleo. La duración de esta prestación, de sólo seis meses, no convence a los sindicatos, que reclaman que sea como mínimo de un año.
En la propuesta que hizo el Ejecutivo el pasado lunes, se añadía la posibilidad de prorrogar por otros seis meses dicho programa, pero no la prestación, que seguiría teniendo una duración de medio año. Además, el Gobierno vincula la prórroga de este programa a la evolución de los indicadores económicos. Este planteamiento tampoco ha seducido a CC.OO. y UGT, que siguen considerando que lo que les ofrece el Ejecutivo es insuficiente.
Tal y como están las cosas, parece que las posiciones no están suficientemente próximas para llegar a un acuerdo que Gobierno y sindicatos quieren alcanzar este mismo mes de julio. A la CEOE, por su parte, le parece que hay cosas más importantes que los plazos.
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