Besançon (Francia).- El ruso Serguei Ivanov, del Katusha, fue el vencedor de la decimocuarta etapa del Tour de Francia disputada entre Colmar y Besançon, de 199 kilómetros, tras rodar en solitario los diez últimos kilómetros, en la jornada previa a la primera cita alpina que mantuvo al italiano Rinaldo Nocentini de líder y situó al estadounidense George Hincapie segundo en la general, por delante de Alberto Contador, ahora tercero.
Ivanov, un veterano especialista en clásicas, de 34 años, alcanzó una brillante victoria la pasada primavera en la Amstel Gold Race. Y siguió su racha en el Tour, gracias a un certero ataque que descolgó a 11 compañeros de fuga a falta de 10 kilómetros de meta que le permitió hasta levantar los brazos en la meta de Besançon. Era su segunda victoria en la Grande boucle, ya que se impuso en 2001 en la etapa entre Pontarlier y Aix les Bains.
A 17 segundos llegó el resto del grupo que protagonizó la escapada buena de la jornada, con el francés Nicolas Roche (Ag2r) y el neozelandés Hayden Roulston (Cervélo) al frente. El estadounidense George Hincapie (Columbia), con el mismo tiempo que los perseguidores se quedó a las puertas del maillot amarillo. El ex compañero de Lance Armstrong esperó nervioso la llegada del pelotón principal. Estaba a 5.25 minutos de Nocentini. Al final el gozo en un pozo: por cinco segundos se quedó con la miel en los labios.
Cambios intrascendentes en la general en vísperas del paso del Tour a Suiza, donde vivirá en el final en alto de Verbier la segunda llegada en alto de la presente edición. Nocentini aguantó la prenda dorada por último día, Hincapie es segundo y le siguen como tercero y cuarto Alberto Contador y Lance Armstrong a 6 y 8 segundos respectivamente.
"Me hubiera parecido bien que Hincapie se pusiera líder, es amigo mío y además nos podría echar una mano mañana en la montaña. Estoy con ganas para la primera etapa alpina", señaló Alberto Contador, quien por la mañana recibió en Colmar la visita de sus padres.
La víspera de la segunda etapa con final en alto, en Verbier (Suiza), la "gran deseada" después de una semana de auténtico bostezo, se desarrolló de la mejor forma posible para los favoritos, que siguen sin mirarse a la cara. El Tour entró hasta la puerta de los Alpes con otra jornada para olvidar, que sólo quedará registrada en los libros de la historia para ver quien fue el ganador. La estadística aquí se cuida.
En el kilómetro 20 se formó una nutrida excursión con 12 corredores. El mejor clasificado, el estadounidense George Hincapie (Columbia), testigo directo de los siete Tours de su íntimo amigo Lance Armstrong, con 14 participaciones a sus espaldas en la Grande boucle. Un grupo que también incluía esprinters solventes como el italiano Bennati o el alemán Ciolek, y apellidos ilustres como el del irlandés Nicolás Roche, hijo de aquel Stephen que ganó el Tour en 1987.
Un buen entendimiento entre todos los componentes de la escapada propició ventajas esperanzadoras. El Astana controló la carrera hasta que sonó la voz de alarma en el Ag2r. A 20 kilómetros de meta Nocentini perdía el maillot amarillo ante Hincapie. Así que los componentes de la escuadra francesa se pusieron a trabajar para poder despedirse del maillot amarillo en Besançon, ciudad Patrimonio de la Humanidad cuna del escritor Víctor Hugo, autor de la obra universal "Los Miserables" y de los Hermanos Lumiere, inventores del cinematógrafo.
Los ataques en vanguardia se desplegaron a 12 kilómetros de la pancarta de meta. Saltó Roche, sin suerte, y a continuación Serguei Ivanov, un hombre curtido en mil batallas, seis veces campeón de Rusia. Arrancó la moto sin piedad, abrió camino ante la mirada atónita de sus rivales y se despidió para siempre. No le volvieron a ver la cara.
Mientras el ruso festejaba su segundo triunfo en el Tour, Hincapie se comía las uñas. Ante sí la posibilidad de llevar el amarillo en Francia. Necesitaba que el pelotón llegara a 5.41 minutos, y lo hizo a 5.36, con su compañero Cavendish al frente. Si su equipo no hubiese tirado al final para arañar puntos para el maillot verde del británico.... Hincapie hubiese logrado su sueño.
La fecha del 18 de julio tuvo dos datos contrapuestos. Se recordó con emoción el 50 aniversario de la primera victoria española en el Tour. Bahamontes, el mítico "Aguila" de Toledo subió a lo más alto del podio de París en 1959. Por otro lado hubo de lamentar la muerte de una señora de 61 años atropellada por un gendarme.
El Tour espera entrar en otra dinámica a partir de este domingo con la presencia de la cordillera alpina. La afición quiere que comience ya el baile entre los favoritos y que se despeje la duda entre Contador y Armstrong. ¿Quien ganará el pulso?. Lo sabremos mañana en Verbier. El Tour pasa a los Alpes.
Por Carlos de Torres
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