Vitoria.- La melancólica voz de Madelaine Payroux y la fuerza de Dee Dee Bridgewater se han aunado hoy en Vitoria en memoria de Billie Holiday, en un concierto a modo de homenaje a una de las grandes del jazz, que murió hace hoy cincuenta años.
El escenario principal de la 33 edición del Festival Internacional de Jazz de Vitoria ha tenido hoy la suerte y el honor de acoger en una noche a dos de las vocalistas actuales que han seguido la estela de la mítica interprete norteamericana: Dee Bridgewater y Madelaine Payrox.
Con formas, estilos y maneras de enfrentarse al escenario distintas, ambas han tributado un homenaje a "Lady Day", ante un pabellón repleto de amantes del género, que ha seguido con atención a Payroux, y ha sucumbido ante el torbellino llamado Dee Bridgewater.
La gran voz de Bridgewater ha cantado y ha hablado. Entre canción y canción no ha dejado de dirigirse al público, con guiños hacia sus músicos, que no se han quedado a la zaga de la potencia de la norteamericana.
Con un largo vestido, la cabeza descubierta, y un abanico como compañero de la velada, ha dejado claro por qué triunfó en el teatro dando vida a Billie Holiday. Su rostro evoca tanto como su voz, a veces nítida y contundente, y otras susurrante y suave.
Desde su aparición, con un "Gabon. Zer moduz" (Buenas noches, ¿qué tal?, en euskera), hasta su despedida, con el público en pie, ha llenado el escenario, en el que le ha precedido la considerada por muchos como "la nueva Billie Holliday": Madelaine Payroux.
En su segunda visita al Festival de Jazz de Vitoria, la norteamericana afincada en París "ha dialogado íntimamente con el jazz", como a ella misma le gusta definir su manera de crear y de interpretar.
Con ropa negra y roja, larga coleta y guitarra en mano, se ha adentrado en el jazz, el "blues" y, como no, como ya lo hiciera en su anterior actuación sobre la misma tarima, ha versionado a Leonard Cohen, uno de los momentos mejor acogidos por el auditorio.
El inicio de su recital no ha sido el mejor de los posibles, después de que desde el público se le pidiese mejorar el sonido. Minutos después, todo solucionado. "¿Are you ready?" (¿Estáis preparados?", ha preguntado la artista tras el incidente y, con el asentimiento de los presentes, ha continuado la noche.
Mañana cierra el Festival Winton Marsalis, con su regalo para la ciudad: "Suite Vitoria".
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