Buenos Aires.- La Unión Cívica Radical (UCR), segunda fuerza parlamentaria de Argentina, y los socialistas son los únicos miembros de la coalición opositora Acuerdo Cívico y Social que aceptaron acudir hoy a la primera ronda del diálogo convocado por el Gobierno de Cristina Fernández.
"Una vez que convoca el Gobierno, nosotros no vamos a hacer otra cosa que ir. Va a ser responsabilidad del Gobierno que esto no fracase y también en algún punto culpa nuestra", declaró hoy el líder de la UCR, Gerardo Morales, a radios locales.
Señaló que va a plantear "una agenda más amplia" que la propuesta por las autoridades y negó que el Acuerdo Cívico y Social se vea afectado por el rechazo de la Coalición Cívica a acudir a la cita que se llevará a cabo en la Casa Rosada, sede del Gobierno.
En este sentido, destacó que cada miembro del Acuerdo Cívico y Social mantiene su independencia de criterio y que "está todo bien" en la alianza opositora luego de conversaciones que mantuvo con Elisa Carrió, la líder de la Coalición Cívica.
El diálogo "con todos los sectores" fue convocado por Fernández el jueves pasado, diez días después de la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas del 28 de junio, a manos del Acuerdo Cívico y Social y de Unión-Pro, una alianza de peronistas disidentes con la conservadora Propuesta Republicana (PRO).
PRO, liderada por el alcalde de Buenos Aires, el empresario Mauricio Macri, ha aceptado la invitación al diálogo, a diferencia del peronista disidente Francisco De Narváez, su aliado en la coalición Unión-Pro, quien venció en las legislativas al ex presidente Néstor Kirchner, esposo y antecesor de Fernández.
La reforma del sistema electoral fue el eje del diálogo propuesto en un primer momento por el Gobierno, que ante el rechazo de la oposición aceptó abrir la agenda a otros temas.
Morales indicó que la UCR planteará la necesidad de frenar el alza de la pobreza y buscar un arreglo con el sector agropecuario, en pie de guerra desde el año pasado por la presión y las regulaciones del Fisco.
La UCR también se propone discutir la anulación de la ley que permite al Ejecutivo cambiar el destino de fondos del Presupuesto, cambios en el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), acusado de manipular las cifras de inflación, y la instrumentación de una "tarifa social" para los servicios públicos.
"Después de la derrota sufrida en las urnas, el Gobierno pretende construir un simulacro de cambio sin que, en lo sustantivo, nada cambie", aseguró la Coalición Cívica en un comunicado en rechazo al mecanismo de diálogo propuesto por las autoridades.
A juicio de la Coalición Cívica, los debates deben llevarse a cabo en el Parlamento, donde el peronista Frente para la Victoria y sus aliados perderán la mayoría el 10 de diciembre próximo, cuando asumirán los legisladores elegidos en los últimos comicios.
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