Córdoba.- Un grupo de investigadores cordobeses, coordinados por Manuel Tena-Sempere, han iniciado un proyecto europeo que tiene como objetivo el análisis de la influencia de los distintos factores ambientales en la salud reproductora y los mecanismos hormonales que intervienen.
En los últimos años, la comunidad científica mundial ha señalado la contaminación como parte influyente del ciclo reproductor, mediante la intervención en la caracterización sexual de los individuos en diferentes escalas biológicas, como moluscos, tal y como ha indicado Andalucía Investiga en un comunicado.
También se ha apuntado a la contaminación como una de las causas que propician la aparición de enfermedades o malformaciones en animales superiores, como el caso de los disruptores endocrinos, sustancias químicas que afectan de forma directa al sistema hormonal humano.
Una de las proteínas que intervienen en el desarrollo sexual es la kisspeptina, codificada por el gen Kiss-1; y que se ha relacionado con la regulación de la secreción de GnRH o gonadotropina.
A medida que el ser humano llega a la pubertad, se registran mayores concentraciones de GnRH, de forma que si la kisspeptina regula la secreción de GnRH estará íntimamente ligada al desarrollo de la pubertad, hasta el punto de que aquellos animales o humanos en lo que esté ausente, permanecerán sexualmente inmaduros, según apuntan los científicos.
Por otro lado, se ha publicado la primera evidencia de que esta proteína cerebral también es esencial para la ovulación que se produce en las mujeres.
Los expertos de la UCO trabajarán con esta hormona combinando estudios básicos y clínicos en el estudio denominado "DEER: Developmental Effects of Environment on Reproduction".
En este sentido, y como ha explicado Tena-Sempere, existe una "preocupación creciente" en las autoridades europeas por el "muy probable aumento" en la incidencia de alteraciones de la pubertad, ciertos tumores hormono-dependientes y diversas formas de infertilidad en algunos países europeos.
Los investigadores andaluces realizarán ensayos con modelos animales para conocer el impacto de exposiciones a compuestos de relevancia ambiental sobre la expresión de ciertas moléculas, incluidas las kisspeptinas, y cuáles son las repercusiones de las mismas sobre determinados fenómenos fisiológicos relevantes en el campo de la reproducción o el control de la ingesta de alimentos.
Tena-Sempere ha indicado que el grupo de investigadores está especializado en ensayos en animales silvestres y ratas convencionales, para lo que utiliza compuestos andrógenos o estrógenos sintéticos, referencias de otras sustancias más complejas y que están presentes en el medio ambiente.
DEER está constituido por más de diez grupos de investigación de distintos países, entre los que se encuentran Finlandia, Reino Unido, Dinamarca, Francia e Italia.
Las actividades de investigación del grupo de Manuel Tena-Sempere se integran en el centro de investigación CIBER, promovido por el Instituto de Salud Carlos III, dedicado al estudio de diversos aspectos de la fisiopatología de la obesidad y la nutrición.
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