Buenos Aires.- El sector agropecuario argentino advirtió hoy que si participa en el diálogo nacional convocado por la presidenta Cristina Fernández no dará un "cheque en blanco" al Gobierno, con el que está enfrentado desde el año pasado.
"Estamos dispuestos a ser convocados, pero tenemos antecedentes que nos llevan a no creer", afirmó Eduardo Buzzi, titular la Federación Agraria Argentina, una de las cuatro más importantes patronales rurales del país.
"No está en nuestro planes dar un cheque en blanco", dijo Buzzi a Radio 10 de Buenos Aires, antes de indicar que Cristina Fernández habló en su campaña del 2007 de "pacto social, consenso y concertación", y después no cumplió sus promesas.
"Cien días después de aquellas palabras se produjo el conflicto más irracional del que se tenga registro", destacó Buzzi en referencia al enfrentamiento entre el Ejecutivo y su sector debido a unos fuertes aumentos en los impuestos a las exportaciones de granos que finalmente fueron rechazados por el Parlamento.
"Todos esos antecedentes no ayudan a creer que la convocatoria al diálogo signifique un cambio de actitud", insistió.
Carlos Garetto, titular de Coninagro, coincidió en que "está bien" que se convoque a dialogar a todos los sectores, pero afirmó que es necesario que "se construya un espacio para lograr consensos".
"Estamos dispuestos, pero sin condicionamientos ni rencores. Y queremos que no se repitan viejas historias, porque ha habido diálogo, aunque también decepciones", señaló.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcatti, consideró "una buena señal" la iniciativa del Gobierno, pero le exigió "medidas concretas".
Fernández, que acaba de concretar una importante reestructuración en su gabinete de ministros, aprovechó este jueves el acto central de los festejos por el Día de la Independencia para hacer su propuesta de diálogo a "todos los sectores".
"Debemos convocar al más amplio diálogo. Es necesario tener la amplitud de convocar y escuchar a todos, y ver la viabilidad de las propuestas que se acerquen al Gobierno", destacó.
"Siento que los argentinos tenemos que iniciar una nueve etapa. Es necesario definir el rumbo político, económico y social. Economía, democracia y sociedad son los tres ejes a seguir", apuntó la gobernante.
Las primeras reacciones provinieron de la oposición y de los empresarios, que celebraron la convocatoria presidencial, aunque pidieron "precisiones" sobre la agenda de temas a discutir.
Las patronales agropecuarias reiteraron esta semana sus reclamos al Gobierno por la crisis que atraviesa el sector y luego de que a su entender las políticas oficiales hacia el campo fueran rechazadas ampliamente en los comicios legislativos, en los que el oficialismo sufrió un duro revés.
La crisis con el campo, que se extendió durante meses con largas huelgas, supuso un desgaste político para el Gobierno de Fernández.
Tanto las patronales rurales como los partidos de oposición adelantaron que a partir del cambio de fuerzas en el Parlamento intentarán modificar el esquema impositivo que pesa sobre las exportaciones de granos, a lo que se niega el Gobierno.
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