Fráncfort (Alemania) 9 jul (EFE).- Los sindicatos europeos de Opel no firmarán el memorando del consorcio austríaco-canadiense Magna que recoge los sacrificios a hacer por los trabajadores si sus negociaciones con General Motors acaban en acuerdo. La negativa a firmar ese documento es la principal conclusión de la reunión que hoy mantuvieron en Rüsselsheim los miembros del comité europeo de Opel.- Fráncfort (Alemania) 9 jul (EFE).- Los sindicatos europeos de Opel no firmarán el memorando del consorcio austríaco-canadiense Magna que recoge los sacrificios a hacer por los trabajadores si sus negociaciones con General Motors acaban en acuerdo.
La negativa a firmar ese documento es la principal conclusión de la reunión que hoy mantuvieron en Rüsselsheim los miembros del comité europeo de Opel, en que están representados los trabajadores de todas las plantas productivas del fabricante alemán.
Magna había amenazado con retirarse de las negociaciones con General Motors si no había preacuerdo con los trabajadores.
El memorando en cuestión contempla entre otros, la supresión de las pagas extraordinarias y bonos, recortes salariales, abolición de los planes de pensiones, cambios en la formalización de los convenios colectivos y supresión de las pausas en la producción, un descanso para los trabajadores que ronda un receso de 40 minutos.
Para los sindicatos, Magna no puede obligar a los trabajadores a hacer sacrificios sin conocer primero su plan industrial e incluso antes de que este inversor se convierta en propietario.
Magna había previsto en su oferta de adquisición de General Motors que la plantilla de Opel asumiera el 10 por ciento de la empresa, participación que se cuantificaría "en especias", es decir recortando prestaciones.
El comité de empresa de Opel y el sindicato IG Metall aceptaron implícitamente esa participación para salvar la empresa y sin consultas previas con representantes sindicales de las distintas plantas de Opel en Alemania y en Europa.
Según declaró a Efe el secretario de UGT en la planta de GM en Figueruelas (Zaragoza), Pedro Bona, que hoy asistió a la reunión en Rüsselsheim, la negativa a firmar el memorando de Magna se adoptó por unanimidad.
El resultado era previsible, pues el comité de empresa de la planta de Opel de Bochum, en el estado federado de Renania del Norte Wesftalia, advirtió estos días que no sólo no firmarían el memorando sino que se opondrían por la vía legal a los intentos de Opel de cobrarse por anticipado favores eliminando la paga de verano.
Los representantes sindicales de Opel Bochum podrían incluso denunciar a Opel ante los tribunales de Trabajo este mismo viernes.
"No renunciaremos a las pagas de verano. El dinero podría fluir por canales oscuros", declaró irónicamente el presidente del comité de empresa de Opel Bochum, Rainer Einenkel.
La actitud de Bochum es una rebelión contra el jefe del comité de empresa de Opel, Klaus Frank, en tanto que la idea de participar en la aventura Magna con un 10 por ciento es parcialmente suya.
Mientras, el consejero delegado de Magna, Siegfried Wolf, reiteró que el acuerdo con General Motors podría firmarse el próximo día 15, un día después de que el consejo de vigilancia de Magna se reúna, posiblemente en Viena, para dar luz verde a la oferta final.
El ministro alemán de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg, calificó hoy ese propósito de "meta ambiciosa" pues "hay una serie de deberes pendientes" a concretar, dijo.
La entrada de Magna y sus socios rusos en Opel sin un apoyo previo y sin condiciones de los sindicatos, ha pasado por tanto del terreno de lo seguro al de lo probable.
Las posiciones negociadoras de Magna se han debilitado además los últimos días, tras la reaparición en el proceso de la Corporación Industrial del Automóvil de Pekín (BAIC).
BAIC está dispuesta a pagar 660 millones de euros por adquirir un 51 por ciento de Opel y respetará la mayor parte de sus puestos de trabajo.
La propuesta china, que también analiza el Comité europeo de Opel esta tarde en Rüsselsheim, ha despertado sin embargo poco interés y menos euforia en Alemania.
"La compra de Opel por BAIC sería una aventura peligrosa", aseguró el experto en automóvil Ferdinand Dudenhöffer, para quien la empresa china carece de la competencia y capacidad necesarias.
Otros analistas aventuran que la entrada de BAIC en Opel pondrá en peligro a medio y largo plazo todas las plantas de producción en Europa, pues no es ilusorio pensar que la producción se trasladaría a China para servir mejor ese mercado y reducir costos.
Así las cosas, muchos sostienen que la mejor opción para Opel era Fiat, precisamente la primera que rechazó, incluso ante de que el fabricante italiano la concretara, el presidente del comité de Opel.
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