El editor Pérez González afirma que siempre ha luchado por ampliar el acceso a la lectura

Santander.-  El editor Francisco Pérez González, que ha sido investido hoy doctor honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha afirmado que siempre ha luchado por ampliar el acceso a la lectura, una tarea que le ha enseñado "el valor de dos actitudes para abrirse camino: leer mucho y ser emprendedor".

El veterano editor, que comenzó su relación con la UIMP hace medio siglo, cuando era un joven librero que cada mañana montaba su tenderete en el Palacio de la Magdalena, ha recibido este reconocimiento en una ceremonia presidida por la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde y el jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla.

Hoy ha recordado esos primeros años, en los que la universidad internacional era un "centro universitario veraniego" en cuyas aulas impartían lecciones magistrales intelectuales como Laín Entralgo y López Aranguren.

Ese "reducto universitario elitista", ha dicho, se ha transformado en "un ágora popular en la que imparten enseñanza y saber prestigiosos profesionales de todas las áreas del saber", de la misma forma que aquel librero que empezaba es ahora un editor que ha dedicado cincuenta años a los libros.

En ese camino recorrido, que incluye la celebración durante 25 años de un curso para editores, ha aprendido que, para abrirse camino, es necesario leer mucho y ser emprendedor, una enseñanza que, a su juicio, es de "la máxima utilidad para los jóvenes de hoy", a quienes "la crisis coloca ante el reto de convertir las adversidades en oportunidades".

Pérez González ha finalizado su breve discurso con un "recordatorio especial" con él que ha querido "rendir tributo" a la memoria de quien fue su amigo y rector de la Menéndez Pelayo, Ernest Lluch, asesinado por ETA.

Ese recordatorio también ha estado presente en las palabras del rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, y del editor y escritor Javier Pradera, que se ha encargado del elogio de su "viejo amigo" Pérez González.

Pradera, uno de los fundadores del diario "El País", ha enumerado los méritos "nada fáciles de separar" del vicepresidente de la Fundación Santillana, como figura central de la edición española e iberoamericana y como mediador de la cultura castellana entre las dos orillas del Atlántico, una labor que dio lugar a la creación de la feria anual del libro iberoamericano Liber.

Y también ha evocado aquellos años en los que Pérez González, que nació en 1926 en Buenos Aires porque su familia, oriunda del valle cántabro de Cabuérniga, emigró a principios de siglo a Argentina, empezó a trabajar en la papelería de sus hermanas, llamada precisamente Hispano-Argentina, que transformaría en librería movido por la pasión que ha marcado su vida.

Entonces circulaba "la leyenda" de que en el cuarto de atrás atesoraba libros prohibidos, sólo al alcance de los clientes de confianza, que también formarían parte después de los que distribuyó en Madrid, antes de fundar, junto a Jesús Aguirre, la editorial Santillana.

Pradera le conoció cuando el editor estaba al frente de la "rompedora" Taurus y él era un aprendiz de un oficio en el que "Pancho" Pérez era ya un experto profesional y un "maestro de novicios" que se convertiría en "guía y gurú de varias generaciones de editores".

El rector ha expresado el deseo de la UIMP de que este reconocimiento a una de las figuras centrales de la edición española e iberoamericana se extienda al mundo editorial y, en especial, a la Federación del Gremio de Editores, que desde hace 25 años celebra un encuentro en la Magdalena cada verano.

"Francisco Pérez González ha sido un buen interlocutor del sector editorial con nuestra Universidad", ha subrayado Ordóñez, quien ha destacado que la creación de la Fundación Barcenillas, que alberga en la casona del editor en Cabúerniga una de las mejores bibliotecas sobre Iberoamérica, seguirá favoreciendo ese diálogo entre españoles e iberoamericanos por el que siempre ha trabajado el nuevo doctor.