Madrid.- Ruth Beitia, medallista en un Mundial y en tres Europeos en pista cubierta, está convencida de que este año aprobará su "asignatura pendiente" en salto de altura, lo que equivale a subir al podio al aire libre, y se declaró "cargada de ilusión" a sus 30 años, que le han sentado "de maravilla".
"Acabé algo tocadilla el 2008", reconoció en alusión a su séptimo puesto en los Juegos de Pekín, "pero la pista cubierta me ha devuelto la ilusión. Estoy entrenando mejor que nunca. He mejorado bastante en el aspecto muscular, y a nivel psicológico, horrores".
Beitia, que estudia el último curso de fisioterapeuta, piensa que ha progresado técnicamente. "Ya había mejorado mi velocidad para atacar el listón y ahora trabajo mucho la verticalidad, el gesto técnico cuando estás arriba. Si a eso se añade mi pierna libre, que siempre ha sido mi fuerte, se explica la mejora", indicó.
La saltadora cántabra seguirá en activo "al menos hasta los Juegos de Londres 2012", pero le gustaría retirarse "en lo más alto" sin alargar demasiado su carrera, "porque hay otras cosas en la vida", explicó, "como ser madre, enfrentarme al tema laboral. Ahora estoy viviendo un sueño del que algún día habrá que despertar".
Tercera en la lista mundial del año con una marca de 2,00, Beitia no se ve "batiendo el récord del mundo, eso seguro", pero sí luchando con las mejores en todos los grandes campeonatos.
"Ellas (la croata Blanka Vlasic y la alemana Ariane Friedrich) son jóvenes y muy buenas. Yo soy buena y muy trabajadora. Esa es la diferencia, pero estoy convencida de que este año voy a aprobar mi asignatura pendiente: hacer un buen papel al aire libre, luchar por una medalla, que ya toca. Luchar y conseguirla", precisó.
Beitia, once veces campeona nacional, piensa que en España no se han valorado sus buenas temporadas "globales" debido a que estamos, dice, "en el país de la medallitis". "Aquí no se aprecian lo suficiente mis éxitos en los europeos en pista cubierta cuando las rivales son las mismas que en un Mundial o unos Juegos Olímpicos".
Para la discípula de Ramón Torralbo "en el salto de altura ya está todo inventado", aunque hay caras nuevas. "Cuatro tías intentando dos metros en junio demuestra el gran nivel de la prueba. Vlasic ha estado sola estos últimos años pero ahora la rivalidad con Friedrich la puede empujar. La alemana arriesga mucho pero es muy segura".
"Ellas", indicó, "son las candidatas a batir el récord del mundo (2,09, Stefka Kostadinova, 1987). Yo, seguro que no lo batiré. Las otras, tal vez. Friedrich, que hace dos años era una chica gorda, ha aprendido mucho".
Beitia lleva instalada en la elite del salto de altura mundial desde el 2004, cuando superó por vez primera los dos metros. Es la actual subcampeona de Europa bajo techo y tiene también dos bronces en el torneo continental en sala y otro más en el Mundial, también a cubierto. Al aire libre, su mejor resultado fue el sexto en los Mundiales de Osaka 2007.
Es, con diferencia, la más viajera del atletismo español. Su nombre está presente en las listas de salida de la Golden League y en los mejores mítines del mundo. Le gusta la música pero dice que en los viajes la escucha poco porque inevitablemente rompe a cantar y eso le pone en un cierto compromiso.
Su voz acostumbra a oirse por los pasillos de los hoteles ante la sorpresa de los clientes, que no esperan que una voz y unos sones tan racialmente españoles provenga de una figura humana de 1,92 metros delgada como un alambre.
"En los ratos libres leo, estudio mis apuntes o atiendo a periodistas plasta", bromea. "Música, poco", añade, "porque siempre canto. Manolo García es mi fondo de armario pero también disfruto con las pachangas veraniegas. En cuanto a lecturas, me gustan cosas frescas, best-sellers y así. Clásicos ya leí bastantes en el instituto".
Beitia no aprueba los cambios reglamentarios introducidos en el reciente campeonato de Europa por equipos disputado en Leiría (Portugal). "Fue una locura en detrimento del atleta. Quieren un espectáculo muy rápido y no piensan en el deportista. Con el límite de cuatro nulos se pierde la esencia del salto, y eso que a mí, que soy bastante segura, me puede beneficiar".
"Que Natalia Rodríguez ganara su carrera y la eliminaran en el primer mil, ni es justo ni es espectáculo", aseguró Beitia, que forma parte de la Junta de Gobierno de la Federación Española en representación de los atletas por designación directa del presidente, José María Odriozola.
Para Beitia, la Federación está haciendo "un trabajo espectacular", y explica: "hace diez años apenas se veían españoles en finales fuera del medio fondo y el fondo. Ahora, excepto en velocidad, en todos los sectores han sacado a gente que lucha por las finales y las medallas. En la Copa de Europa, por ejemplo, tuvimos 16 novatos".
El viernes pasado, en Oslo, Beitia fue tercera con una marca de 1,95 después de una hora de interrupción por culpa de una tormenta. Apenas 20 horas después, con un larguísimo viaje de por medio, obtuvo la victoria en el mitin de Madrid.
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