Nueva York.- Human Rights Watch (HRW) instó hoy al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a que en su visita del 3 y 4 de julio a Birmania (Myanmar) interceda ante la Junta Militar a favor de la liberación de presos políticos y la reanudación del diálogo con la oposición.
La organización de derechos humanos señaló hoy, mediante un comunicado de prensa, que si Ban quiere terminar de manera exitosa su viaje a Birmania, no puede aceptar que las autoridades mantengan en arresto domiciliario a la líder opositora Aung San Suu Kyi o que emitan declaraciones vagas sobre posibles reformas políticas.
Ban iniciará su visita a Birmania el 3 de julio, el mismo día en el que se debe reanudar el proceso contra la Premio Nobel de la Paz por una presunta violación de la condena de arresto domiciliario que cumple desde 2003.
También resalta HRW las declaraciones efectuadas hoy por Ban en Tokio, donde se encuentra de visita oficial, en las que instó al Gobierno birmano a liberar los presos políticos, reanudar el diálogo de reconciliación nacional y crear condiciones favorables para la celebración de elecciones creíbles.
"Ban Ki-moon le ha ofrecido a los generales birmanos una hoja de ruta para poner fin a su aislamiento internacional, y debe dejarles claro que el tiempo de las dilaciones ha pasado, que es la hora de las reformas", señaló el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth.
La organización con sede en Nueva York destaca que la situación de los derechos humanos en el país del sureste asiático sigue deteriorándose, debido a la intensificación de las detenciones arbitrarias, las intimidaciones y el maltrato de los activistas políticos.
El número de presos políticos se ha duplicado en los últimos años y ya alcanza los 2.100, según HRW, que también acusa a los militares de atacar en el interior del país a minorías étnicas para provocar su desplazamiento.
El comunicado recuerda que Ban ha calificado a Aung San Suu Kyi de una "socia esencial" en la implementación de reformas políticas, y que consideró "completamente inaceptable" su reciente arresto y juicio.
La Premio Nobel fue ingresada en prisión el pasado mayo y acusada de incumplir los términos del arresto domiciliario, después de que el estadounidense John Michael Yettaw consiguiera entrar en la residencia de la líder opositora burlando las medidas de seguridad.
La jefa de la Liga Nacional para la Democracia (LND), de 64 años, cumplía desde 2003 la pena de arresto domiciliario impuesta por las autoridades militares y, de ser declarada culpable, puede ser condenada hasta a cinco años de cárcel y no podrá concurrir a las elecciones parlamentarias que se celebrarán en 2010.
Otros defensores de los derechos humanos encarcelados incluyen el sindicalista Su Su Nway, el ex líder estudiantil Min Ko Naing y el monje U Gambira, según HRW.
Asimismo, la organización pide la intercesión de Ban a favor de una veintena de trabajadores humanitarios locales que fueron condenados por buscar ayuda después del paso del ciclón Nargis que el año pasado devastó el país.
Birmania está gobernada por una Junta Militar desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la coalición opositora encabezada por Suu Kyi, unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los generales.
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