Farrah, la mujer que inventó el volumen en el pelo

Sólo una temporada de 'Los Ángeles de Charlie', la primera (1976-77) sirvió para que recordemos a Farrah Fawcett como Jil Munroe, el ‘ángel’ más atlético y con más sentido del humor de la serie. Y quizás el que marcó un estilo ampliamente imitado a finales de los 70 por toda actriz que se preciara y, por supuesto, por cualquier mujer peliteñida a la moda. Hoy, Farrah Fawcett ha perdido la batalla contra el cáncer, y nosotros la recordaremos siempre tan vital y con las ondas marcadas al viento, como cuando luchaba contra el crimen enfundada en los más ajustados pantalones de campana del mercado.

La Fawcett ya era un icono de moda y belleza sólo echando un vistazo rápido a su biografía. Texana de nacimiento, empezó a trabajar como modelo. Su melena ya empezaba a despuntar como mito cuando protagonizó un anuncio para Wella; ese pelo pasará a la historia como uno de los más copiados por hombres y mujeres. De hecho, su inconmensurable volumen , el corte supercapeado y unas míticas ondas abrían la veda de lo que sería el clásico pelazo ochentero que arrasaría unos años después. '¡Qué horror, uno de los estilos más espantosos de la historia!', pensaréis algunos. Vale, no era el más discreto, pero no cabe duda de que marcó una época y de que poseer cabellera tan perfecta era el sueño de millones de féminas. Es más, podías peinarte exactamente como ella con un voluminizador que anunciaba de lo más retro. Hoy debe ser una auténtica pieza de museo.

Su peinado siempre fue su rasgo más característico, casi desde la infancia como podemos ver en esta galería que muestra su evolución. Aún hoy, cuando alguien se pasa un poco de volumen y/o se marca dos ondas en el flequillo, siempre decimos que va peinada de Farrah Fawcett. Secador y un grueso cepillo redondo, unido a la acción de unos rulos XXL, resultaban imprescindibles para lograr la característica melena flotante. Y es que son muchas las que se han acordado de la actriz para sus estilismos: la misma Madonna para el Confessions, Alicia Keys o Lindsay Lohan. Su peinado casi protagonizó una película, Hedwig and the Angry Inch, cuyo protagonista llevaba una peluca que emulando la famosa onda pero en un estilo mucho más travesti. Incluso en la canción 'Wig in a box', en el minuto 3,23, citan directamente a Farrah.

Además de por su pelazo, Farrah destacó como mito erótico. Y es que ella es todo un ejemplo de típica belleza californiana con piernas largas, vientre plano y rubia melena al viento. Después Pamela Anderson intentaría seguir su estela pero de una forma mucho más artificial y ordinaria. Nadie lucía bronceado como ella, aunque también sabía ser la chica más dulce y hasta tuvo su propia muñeca.

A pesar de que en 1997 su personaje en ‘Los Ángeles’ fue sustituido por la sosa de Cheryl Ladd, con un pelo mucho más lacio y absurdo, Farrah jamás ha dejado de estar de actualidad. Bueno, no siempre por su trabajo sino también por su ajetreada vida sentimental, marcada por su relación con Ryan O’Neal. De cualquier manera, la recordaremos como ese ángel rubio y vivaz que volvió loca a toda una generación con su inimitable pero clonado estilo.