Toledo.- El último pleno parlamentario antes del verano ha tenido cuatro debates que han prolongado la sesión más de seis horas, pero el foco informativo esta vez ha mudado del salón de plenos a la salita de prensa, en donde se han sucedido declaraciones sobre la petición de penas del PP por el incendio de Guadalajara.
En el escrito de acusación el PP solicita siete años de cárcel para los técnicos de la Junta que participaron en la extinción, mientras que para los excursionistas que hicieron la barbacoa y para los ex altos cargos políticos pide tres años de cárcel.
El consejero José Luis Martínez Guijarro ha dicho a los periodistas que le "parece increíble" que el PP pida penas mayores para los técnicos que extinguieron el incendio que para los que lo provocaron.
En similares términos se ha expresado el portavoz del grupo socialista, Santiago Moreno, que ha dicho que el escrito de acusación del PP es una "cobardía", una "tremenda injusticia" y una "enorme irresponsabilidad".
A estas acusaciones la portavoz del grupo popular, Ana Guarinos, ha respondido que si hay personas acusadas "se lo deben" al presidente de la Junta, José María Barreda, que "no asume la responsabilidad política".
Guarinos ha afirmado que jamás había sentido "tanta vergüenza por la ruindad, mezquindad y cobardía" de la Junta y el PSOE en relación con la "mayor tragedia" ocurrida en la comunidad autónoma: el incendio en que murieron once miembros de un retén y en el que ardieron casi 13.000 hectáreas de pinar.
Mientras, en el salón de plenos, se han sucedido varios debates que tenían una característica común: todos parecían reediciones de otros celebrados las semanas o meses anteriores.
Para empezar, el primer debate ha versado sobre la asignación al ente público radiotelevisivo y, tras las tradicionales versiones contrapuestas de José Manuel Caballero (PSOE) y José Manuel Velasco (PP), la mayoría parlamentaria ha rechazado una moción para que se reduzca.
En otro debate en el que periodistas y diputados vivían un 'déjà vu' al oír a María Luisa Soriano (PP) aquello de que la negociación de la OCM del vino fue "nefasta" y al socialista Antonio Salinas replicar que la derecha se ha vuelto marxista, pero de Groucho y no de Karl, salió el consejero Martínez Guijarro para animar el cotarro.
Y es que Martínez Guijarro ha propuesto un gran pacto por la viña en Castilla-La Mancha ante la crisis económica actual que afecta al sector.
El consejero de Agricultura también ha tenido tiempo para la didáctica: la caída del precio del vino no se debe a la OCM europea, pues también baja en Chile o en Australia; es del nueve por ciento mundial y se debe a la crisis.
A reiterado ha sonado también el debate sobre el endeudamiento de las empresas públicas, que Francisco Gil-Ortega (PP) ha traído de nuevo al pleno meses después porque cree que continúa en un gran ascenso, hasta los cerca de mil millones de euros.
La vicepresidenta del Ejecutivo, María Luisa Araújo, ha dicho que la deuda está "en niveles moderados" y que es "lógico" que ascienda hogaño en la crisis, ya que se usa "el colchón" que se generó antaño en boyantes épocas.
Ahí Araújo ha tirado de nostalgia: durante doce años aumentó la economía regional a un ritmo del siete por ciento, ha rememorado.
De vivienda se ha debatido también en el salón de plenos, sobre cómo marcha la aplicación de las VIPP.
Y por más que el consejero Julián Sánchez Pingarrón se ha denodado en exponer las ventajas de este tipo de promociones público-privadas, a Marcial Marín (PP) no le ha bastado.
Marín ha dicho que con las VIPP la Junta hace "una golfería", lo que, dicho por este diputado, tampoco es nuevo.
"Sapos y culebras" ha visto Marta Abarca (PSOE) que salen de la boca de Marín, el mismo diputado que en una de las cinco preguntas orales que cerraban el pleno -y con él el semestre parlamentario- se ha referido al flequillo de Araújo.
Y a Araújo le ha parecido "pelín machista", pero no óbice para darle una sencilla lección sobre la renta per cápita: que si con la crisis hay menos riqueza y como Castilla-La Mancha sube mucho en población, pues es normal que no ascienda mucho.
Ni Barreda ni la jefa de la oposición, María Dolores de Cospedal (PP), han asistido a este último pleno de la temporada parlamentaria.
Cospedal y Barreda tampoco han tenido la oportunidad de pesarse, y no metafóricamente, sino en una báscula instalada por la Sociedad Española de Cardiología en el parlamento durante esta jornada.
Entre debate y debate, diputados, periodistas y trabajadores de las Cortes han podido pasar un test médico y medir su colesterol preveraniego.
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