El debate sobre los pañales sigue atormentando a los padres. Los dos recién nacidos, los desechables ‘ecológicos’ y el servicio de ecolavado, introducen aún más confusión.
— Desechables: Aparte de su precio de venta al público, el pañal desechable tiene un precio oculto: el de su recuperación. Ludovic Plisson, de la asociación Arbalange, ha hecho el cálculo: suponiendo que los 2,4 millones de niños de menos de tres años que había en Francia en 2007 hubieran llevado estos pañales, los residuos generados en dicho año hubieran supuesto 550.000 toneladas. Enterrados o incinerados a 135 euros de media por tonelada, los pañales desechables habrían pesado 74 millones de euros sobre las arcas públicas. Además, su vertido genera efluentes cargados de materias orgánicas y de metales pesados. Y en su fermentación emana biogas metano, tercer gas responsable del calentamiento global, después del dióxido de carbono (CO2) y los freones. En cuanto a la incineración, "hacer arder excrementos y orina previamente vertidos en agua es una aberración", asegura Sébastien Lapeyre, del Centro nacional francés de información independiente sobre los residuos (CNIID).
— Desechables ‘ecológicos’: biodegradables al 50%, 70 % e incluso al 100 % en función de la marca que se trate, se descomponen en un lapso de entre 50 y 150 días. "Sin embargo, ni un particular ni un centro de recuperación pueden convertirlos en abono orgánico", lamenta Marianne Markmann, autora de la guía ‘Les couches lavables, le retour’ (Los pañales lavables. El retorno). Y en Francia, "las plantas de compostaje, dedicadas a los residuos verdes en sentido estricto, no se ocupan de éstos", indica Sébastien Lapeyre. Como resultado, acaban en el fondo de una incineradora o de un vertedero.
— Lavables y ecolavado: un tejido resiste como máximo 300 ciclos en una lavadora. Suponiendo que papá y mamá vuelvan con un juego de una treintena de pañales, podrían reutilizarlos para la hermana pequeña.
— Desechables: por más que el bebé acabe siendo un pequeño genio en el futuro, le harán falta mínimo dos años y medio de todas todas para aprender a ser un niño aseado. A ritmo de seis cambios al día durante el primer año, más cuatro en adelante, usará un total de 4.380. En la sección de productos para bebé del supermercado, el precio del pañal sube con la edad. Entre las marcas de gama alta y las grandes ofertas, los pañales para recién nacido se comercian en torno a 20 céntimos de euro, y la talla gigante ronda los 50. Al final, el presupuesto alcanza aproximadamente los 1.300 euros, sin contar las cremas y otros accesorios para la limpieza y el cuidado de la piel.
— Desechables ecológicos: para la talla pequeña, sumad aproximadamente 35 céntimos de euro y 55 para la grande. Cubrirle el culete ‘a lo ecológico’ al bebé desde que nace hasta los 2,5 años, os costará más de 1.600 euros.
— Lavables: Marianne Markmann nos da el detalle de su cálculo. Para dos años y medio de mudas, podéis elegir entre un pack de 18 pañales talla única a 300 euros o un lote de 36, de múltiples tallas, por 500 euros. Sumad 12 bidones de detergente ecológico a 12,5 euros cada uno. Añadid el gasto en agua y electricidad de 364 lavadoras y obtendréis un total de entre 540 y 740 euros según en lote escogido. Si la inversión da escalofríos desde el principio, la factura total es para troncharse.
— Ecolavado: la función de los servicios de ecolavado es la de limpiar vuestros pañales. En Eco’service, pionero del negocio instalado en Estrasburgo, cuesta 20 euros por semana en concepto de alquiler, recogida y lavado de 50 pañales, es decir, el equivalente a un paquete de las mismas unidades de pañales desechables convencionales de gama alta: los 40 se alquilan a 18 euros y así en adelante. Al final, dos años y medio de ecolavado salen por unos 2000 euros.
— Desechables y desechables ‘ecológicos’: desenvolver, plegar, tirar, y asunto concluido. No queda más que sacar la basura... que, en cualquier caso, habrá que hacerlo el doble que antes de que naciera el bebé.
— Lavables: ni falta que hace resaltar sus manchas para limpiar el pañal textil. Consta de un fino forro de celulosa que se desecha en los cuartos de baño. El resto pasa al tambor de la lavadora. Según la encuesta realizada en enero por la asociación Arbalange, "la frecuencia media de lavados en los hogares de padres que los usan es de tres veces a la semana". A todo esto, ¡poner la lavadora no competencia exclusiva de mamá!
— Ecolavado: una vez a la semana, depositad la bolsa de pañales delante de vuestra puerta de casa. Los servicios de ecolavado pasarán a recogerla y en su lugar dejarán un lote limpio. Hoy por hoy, este tipo de servicios no existen en España, pero sí en países como Alemania, EEUU, Reino Unido y Francia.
— Desechables: herméticos como una bolsa de plástico, los desechables provocan un aumento de temperatura en el pañal del bebé. Esto podría implicarlos en la reducción de la fertilidad masculina, aunque no se ha podido establecer ninguna relación de causa efecto. Por otra parte, contienen poliacrilato sódico (SAP). Este polímero ultra absorbente sería sospechoso de provocar graves alergias. Pero los fabricantes afirman que, como no está en contacto con la piel en los pañales, el SAP no acarrearía riesgos de este tipo. "A día de hoy, ningún estudio serio lo pone en tela de juicio, pero es aconsejable no guardar los paquetes de pañales desechables en el cuarto donde duerme el bebé", indica Marianne Markmann.
— Desechables ‘ecológicos’: no son ni blancos ni perfumados, pero contienen un gel absorbente sospechoso.
— Lavables y ecolavado: "los pañales lavables no contienen ningún producto de síntesis", asegura el CNIID, "de manera que podéis proteger a vuestro bebé de una exposición química". Además, con ellos la piel del bebé respira. En definitiva, el niño siente que está sucio y aprende antes a estar limpio.
— Desechables y desechables ‘ecológicos’: según el análisis del ciclo de vida de los pañales desechables, los textiles y de ecolavado publicado por la Agencia británica del medio ambiente en 2005 y actualizada en 2008, "ninguno de estos tres sistema es preferible a otro desde el punto de vista ambiental". En el balance de los desechables, indica el estudio, el consumo de materias primas y la transformación constituyen los costes más altos: petróleo para los plásticos + cloro el blanqueado + fábricas y transporte que requieren mucha energía = una sucia suma para el medio ambiente. En el caso de los ‘ecológicos’, le aligera un poco puesto que su fabricación no requiere cloro y recurre, en parte, a materiales reciclados.
— Lavables: "En la fabricación de textiles no todo es de color de rosa", matiza Marianne Markmann, sobre todo por el algodón, "cuyo cultivo tradicional es uno de las más contaminantes del mundo". No obstante, existen otras opciones: algodón biológico, cáñamo o lana. Además, los impactos ambientales de los pañales lavables están esencialmente ligados al comportamiento de los consumidores, según el estudio británico. El lavado a 90° C y el recurso sistemático a la secadora provocan que la factura ambiental suba por las nubes, en 75%. En contrapartida, si los pañales se usan en condiciones óptimas, es decir, lavado a plena carga, secado al exterior y reutilización por un segundo bebé, el impacto cae en 40% con respecto al uso habitual.
— Ecolavado: se defiende con la nota más verde, de acuerdo con la tesis de Anne-Sophie Ourth, presentada en 2003 en la universidad belga de Gembloux. "Las máquinas que utilizamos tienen una capacidad mayor. Por ello, el agua, la energía y los detergentes ecológicos se utilizan de forma óptima", explica Stéphane Piette, profesional del servicio de ecolavado de Estrasburgo. En este cuadro quedan aún dos sombras: la secadora y el transporte para la entrega.
— Desechables : Aparte de su lado práctico, no tienen gran cosa de que presumir.
— Desechables ‘ecológicos’: falsos amigos por excelencia, son caros y terminan en vertederos o en la incineradora como sus primos los convencionales.
— Lavables: lejos de ser una cruz para los padres, constituyen la solución más económica, más sana... la menos costosa siempre que se usen de forma óptima.
— Ecolavado: práctico y ecológico, ¿podría tratarse de las solución ideal? Falta todavía disponer de los medios.
(Traducción: Carola Paredes)
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