San Sebastián.- La miembro del Centro Nacional de Epidemiología Mercedes Díez ha definido hoy la primera década de este milenio como la del abandono del sexo seguro y ha señalado que en España la proporción de infectados por el virus de inmunodeficiencia adquirido (VIH) es de tres hombres por cada mujer.
En España la población de entre 25 y 34 años es la más afectada por el virus, con una incidencia más alta entre el colectivo inmigrante, ha explicado esta experta hoy en una conferencia ofrecida en el marco de los Cursos de Verano de San Sebastián, según informa en un comunicado la organización de este seminario.
Los mecanismos de transmisión de esta enfermedad han variado; las drogas intravenosas han dejado paso a la transmisión sexual como principal cauce de propagación del virus, ha señalado Díez.
En Estados Unidos son alrededor de un millón las personas infectada por el VIH -el 73% hombres-, una tendencia creciente que tiene una mayor repercusión en las personas de raza negra, seguidos por los hispanos, los indios americanos y por último los de raza blanca.
Los estados miembros de la OMS cuentan con diferentes sistemas de control y detección de estas enfermedades, aunque los que se encuentran en peor situación son Portugal, Ucrania, Bielorrusia y los Estados bálticos.
Italia y Suiza también tienen unas tasas de VIH bastante altas, pero ello es debido a que poseen muy buenos sistemas de vigilancia.
Díez ha hecho hincapié en la importancia de un diagnóstico a tiempo, ya que detectarlo tarde (lo que ocurre en más del 50% de los casos en España) dificulta el tratamiento y la persona infectada sigue propagando el virus, puesto que no es consciente de ser su portador.
Díez también ha hablado sobre la situación de otras enfermedades de transmisión sexual en España, donde el 40% de los infectados por alguna patología de este tipo ya ha sufrido otra similar, mientras que el 30% tiene otra afección concurrente.
La población de entre 40 y 49 años es la más castigada por este tipo de enfermedades y, aunque las estadísticas ponen de relieve que son más los varones que las mujeres afectadas, la diferencia entre sexos no es tan acusada entre los jóvenes.
La evolución de las tasas de sífilis y gonococia cayeron entre los años 1995 y 2001, pero desde 2002 han tenido un repunte que todavía se mantiene y que ha elevado la incidencia de estas enfermedades por encima de los niveles de 1995.
Las tasas de clamidia y herpes también se han incrementado, ha precisado Díez.
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