MADRID.- La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional absolvió este jueves de los delitos de pertenencia a banda armada, tenencia y transporte de explosivos y falsificación de placas de matrícula a Aritz Arginzoniz, acusado de integrar un comando desarticulado en Vizcaya en 2006.
Arginzoniz ya fue condenado a 12 años de prisión tras su detención en la estación de autobuses de Santander el 10 de julio de 2007, por integrar el 'comando Larrano' que tenía intención que cometer distintos atentados en esta ciudad.
El tribunal, presidido por el juez Alfonso Guevara, ha condenado además al jefe de la estructura vizcaína, Garikoitz Etxeberria, por la comisión de todos los delitos mencionados, dictando en su contra una pena de 25 años de prisión.
Sobre el tercero de los acusados, Asier Larrinaga, ha recaído una condena de 7 años por integración en organización terrorista. El tribunal ha tenido en cuenta su declaración ante las autoridades francesas, que lo detuvieron en enero de 2007, en la que aseguró que era miembro de la banda.
"AYUDA PUNTUAL"
Durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional Etxeberria aseguró que Larrinaga y Arginzoniz no formaban parte de su estructura y únicamente le prestaban "una ayuda puntual".
"Yo era del 'comando' pero ellos no, sólo nos dieron una ayuda puntual", señaló Etxeberria después de indicar que Larrinaga le prestó un coche "dos o tres veces" y que, tras sentir que tenían "a la policía por detrás", él y otra persona a la que no quiso identificar decidieron cruzar la frontera y "largarse".
La desarticulación del comando estuvo relacionada con la desaparición de Larrinaga, que fue denunciada por su padre, y el hecho de que el nombre de este joven se relacionaba con el del presunto miembro de ETA Urtzi Gainza, a quien se encontró una agenda en la que aparecían sus datos y el número de teléfono de la joyería de su padre.
Días después se encontró el coche de Asier, en las cercanías de un área recreativa de la carretera Arrazola en Atxondo (Vizcaya), y a unos 500 metros un bidón que contenía material explosivo. En el interior del vehículo se encontraron huellas de Garikoitz Etxeberria, que se encontraba en paradero desconocido tras unas detenciones realizadas en 2004 en relación con la documentación incautada al etarra Ibón Fernández Iradi, "Susper".
Durante una segunda batida en la zona, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se incautaron de 73 piezas de color negro de matrícula troqueladas y material explosivo.
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