Emalsa, a punto de culminar un plan para superar la restricción del uso del agua de abasto

Las Palmas de Gran Canaria.-  En los 1.251 kilómetros de red de tuberías de Emalsa, gestor del Ciclo Integral del Agua en Las Palmas de Gran Canaria, ya no se confirman niveles de boro superiores a lo que determina la normativa de la UE que se aplica en Canarias, por lo que la empresa está a punto de culminar el plan de actuación para superar la restricción de uso del agua de abasto.

Emalsa recordó hoy en un comunicado, como aseguró en abril, que la ligera concentración de boro sobre los límites legales no ha supuesto que el agua haya estado contaminada, ni existe evidencia de riesgo para la salud y afirmó que las acciones correctoras que ha aplicado están dando resultados positivos.

El primer objetivo conseguido ha sido alcanzar los niveles de concentración boro a parámetros UE.

Como primera medida, Emalsa ha intensificado la compra de agua de pozo como alternativa a la producción de agua desalada, para diluir el exceso de concentración detectado sobre los parámetros autorizados de boro, que los procesos de desalación por osmosis tradicionales no consiguen alcanzar.

Está acción ha permitido que desde hace un mes no se confirme boro por encima de los niveles autorizados por la normativa europea.

La citada medida se ha adoptado de forma coyuntural, atendiendo a la restricción sanitaria impuesta y por la especial disponibilidad de reservas por las extraordinarias lluvias del último invierno. No es una fuente sostenible a largo plazo, por no existir recursos naturales suficientes para abastecer a la ciudad de Las Palmas.

Precisamente, esto explica que Emalsa sea pionera a nivel mundial en desalación, siendo este un recurso imprescindible para garantizar el abastecimiento de Las Palmas de Gran Canaria desde hace más de 40 años, agrega la nota de la empresa.

Adicionalmente, tampoco es una fuente complementaria sostenible en los volúmenes requeridos para diluir la concentración de boro y mantener el nivel de reservas necesarios, sin perjudicar la necesaria recuperación de los acuíferos de Gran Canaria.

El siguiente objetivo ha sido finalizar el plan de adecuación técnica de la desaladora, que ya se ha ejecutado al 80 por ciento y al que se ha destinado en 2009 1,7 millones de euros.

Para complementar esta medida y estabilizar los valores alcanzados, Emalsa ha puesto en marcha un ambicioso plan de trabajo, al que este año se destinará 1,7 millones de euros, para incorporar nuevas técnicas en las plantas de ósmosis inversa que gestiona Emalsa.

Ya se ha ejecutado en un 80 por ciento las acciones definidas para 2009, entre las que destaca la adquisición en Estados Unidos y Japón, únicos proveedores disponibles, de membranas ecoeficientes y con alto rechazo al boro.

En concreto, se han sustituido las primeras etapas de los bastidores 2 y 4, renovado completamente las membranas de los bastidores 8 y 10, estando en ejecución los trabajos correspondientes al bastidor 11.

Con la última remesa de membranas en Las Palmas de Gran Canaria desde la semana pasada, se espera concluir los trabajos que permitan consolidar los resultados analíticos obtenidos, según el plan de producción habitual en Emalsa, ahora con la tecnología adecuada a la exigente normativa.

Pese a los resultados analíticos obtenidos del estricto programa de autocontrol que se ha impuesto Emalsa, que sitúa la calidad del agua en los niveles señalados por la normativa UE, la empresa no solicitará el levantamiento de la restricción hasta que no finalice el plan de acción definido para la adecuación de los niveles de boro a lo establecido por la UE con agua desalada.

Emalsa mantiene su línea 900 812 636 para atender a las demandas de información de los ciudadanos, a los que agradece la compresión que siempre han mostrado para solucionar esta dificultad.