Desde hace algunos días, los fans de los gadgets están pegados a sus pantallas para intentar averiguar qué nuevo iPhone lanzará Apple hoy, o haciendo cola para hacerse con el Pre de Palm. La excitación en su grado máximo despeja dudas: quieren un aparato y lo quieren ya.
Para la mayoría de nosotros, sucede al contrario: éste es un momento de incertidumbre agonizante si hago caso de lo que me cuentan ciertos de mis amigos y lectores. Se traduce en esta triple expresión: "¿Me hace falta una de estas pequeñas maravillas? ¿Cuál? ¿Cuándo?"
Este mes de junio es intenso para todos los fabricantes puesto que tratan de tomar posiciones de cara al sprint de fin de año en un mercado que promete.
La situación se resume (a grandes rasgos) en 6 puntos:
En ultraresumen: el mercado de los teléfonos inteligentes está en pleno auge y la oferta se multiplica, lo cual complica la vida a los consumidores.
Aun a riesgo de que alguno se irrite, tengo ganas de responder de forma relativamente categórica a la triple pregunta planteada al comienzo de este post:
P — ¿Me hace falta tener alguna de estas pequeñas maravillas?
R — Sí. Tener un teléfono inteligente de uso fácil y agradable, que permite acceder a la web sin que te rechinen los dientes y que se beneficia de múltiples aplicaciones cambia la manera en la que nos comunicamos. Nos cuesta imaginarlo. No todo el mundo lo necesita, pero vale la pena. ¡Venga!
P — ¿Cuál?
R — El que más os convenga en función del lugar donde os encontréis y el operador con quien mantengáis un contrato. La propuesta de Android me parece interesante y estaría totalmente dispuesto a probar uno de sus modelos (además del Pre... ) si todavía no tuviera un iPhone. Se trata verdaderamente de un aparato diferente que presenta la ventaja de tener miles de aplicaciones pero detesto que sea propietario y es realmente cerrado; su batería es muy floja y la cobertura 3G de AT&T roza lo escandaloso. Una anécdota que me ha impresionado: en la conferencia Fire que se celebró justo hace quince días en San Diego, aproximadamente la mitad de los 200 directivos de empresa presentes tenían un iPhone mientras que la otra mitad tenía una Blackberry (unos cuantos tenían ambos) pero ninguno estaba dispuesto a cambiar su aparato por el otro...
P —– ¿Cuándo?
R —– Cuándo se rompa vuestro móvil, lo perdáis o venza vuestro contrato. Esperábamos las ofertas de junio. Ya están aquí. Pasad a la acción... cuando os llegue el momento.
Buena suerte...
[Photo en Flickr de Scott Beale / Laughing Squid]
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