Naciones Unidas.- Sudán reiteró hoy que no colaborará con el proceso de la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente del país, Omar al Bachir, quien tiene una orden de detención por su presunta responsabilidad en la comisión de crímenes de guerra en Darfur.
"Sueñan si piensan que cooperaremos con este tribunal", afirmó el embajador de Sudán ante la ONU, Abdalmahmud Abdalhaleem, a la salida de una reunión del Consejo de Seguridad sobre el conflicto en la región sudanesa.
En la misma, los quince miembros del máximo órgano recibieron un informe oral del fiscal jefe de la CPI, el argentino Luis Moreno Ocampo, en el que insistió en la obligación de Jartum de hacer cumplir la orden de arresto emitida el 4 de marzo contra Bachir.
Abdalhaleem acusó al jurista de actuar como "un activista político" que busca "la atención de los medios" a costa del Gobierno sudanés.
"Una vez más escuchamos en el Consejo de Seguridad al mercader de la muerte y la destrucción, diseminar mentiras", afirmó el diplomático.
El embajador sudanés reiteró que su país no extraditará a Bachir ni a los otros dos sudaneses buscados por la CPI, el actual gobernador de la provincia de Kordofan, Ahmed Harun, y el dirigente de la milicia "yanyauid" (proárabe) Ali Kushayb.
Abdalhaleem también acusó a Moreno Ocampo de "carecer de honestidad" por no haber mencionado en su informe la petición de la Unión Africana (UA) al Consejo de Seguridad de la ONU para que suspenda por un año el proceso contra Bachir.
Algunos miembros del máximo órgano, encabezados por Libia, respaldan la postura de la UA, pero otros como Estados Unidos, Reino Unido, Francia o Costa Rica se han pronunciado en contra de entrometerse en la labor del tribunal internacional.
Por su parte, el fiscal jefe de la CPI señaló a la salida de la comparecencia ante el Consejo de Seguridad que su único interés es luchar contra la impunidad y prevenir que los 2,5 millones de afectados por el conflicto dejen de ser víctimas "de un crimen de exterminio".
"De lo único que hablo es de los crímenes cometidos en Darfur, que es mi trabajo", respondió a las descalificaciones del embajador sudanés.
Moreno Ocampo instó a todas los bandos en el conflicto a declarar un alto el fuego y sumarse al proceso mediado por la UNA y la Liga Árabe para buscar una solución política a seis años de conflicto.
"No habrá impunidad en Darfur, pero primero hay que detener la violencia", apuntó.
Por su parte, la actriz y activista Mia Farrow, que asistió a la parte pública de la reunión del Consejo, expresó su respaldo a la labor de la fiscalía de la CPI y rechazó las palabras de Abdalhaleem contra Moreno Ocampo.
"La desinformación y las mentiras son los menores de sus crímenes", afirmó Farrow, que recientemente concluyó un ayuno de 12 días en solidaridad con las víctimas del conflicto de Darfur.
El conflicto de Darfur se inició cuando en febrero de 2003 dos grupos insurgentes se levantaron en armas contra el régimen de Jartum en protesta por la pobreza y la marginación que sufrían los habitantes de esta región.
Desde su inicio, cerca de 300.000 personas han muerto y otros dos millones y medio se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según cálculos de la ONU.
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