San Pedro Sula (Honduras).- El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo hoy que la XXXIX Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) no puede finalizar sin reparar la infamia cometida contra Cuba en 1962.
"No podemos irnos de esta Asamblea sin derogar el decreto de la octava reunión (de 1962), que sancionaba a un pueblo entero por haber proclamado ideas y principios socialistas, que hoy se practican en todas partes del mundo, incluyendo los Estados Unidos", expresó Zelaya al inaugurar la cita del organismo continental.
El gobernante subrayó que el evento no puede concluir "sin reparar la infamia contra un pueblo basado en esta resolución, la gran democracia americana lo ha mantenido cercado con un bloqueo inútil".
Ese bloqueo ha servido "para demostrarle al mundo que hay pueblos dignos, valientes que prefieren sufrir antes que ver mancillada su divinidad, su libertad, su independencia y su soberanía", enfatizó el jefe de Estado hondureño.
Zelaya dedicó la mayor parte de su discurso a hablar de temas domésticos, como el crecimiento de su país en los últimos dos años y otros logros en materia de educación y reducción de la pobreza.
Sobre Cuba también dijo que se debe derogar el decreto mediante el cual fue suspendida del Sistema Interamericano y que no hacerlo "es ser cómplices hoy de un error cometido hace 47 años".
El presidente hondureño afirmó, además, que el tema de la Asamblea, "la no violencia", debe "llamar a la reflexión y a la revisión de los instrumentos jurídicos y políticos que no coincidan con este principio".
En su opinión, la "no violencia" de ahora en adelante debe ser el principio rector en las relaciones de la sociedad y el Estado entre los Estados, y el principio de acción que rechaza el uso de la fuerza.
Además, Zelaya resaltó que la no violencia activa "es el derecho a la desobediencia civil, a la resistencia y al ejercicio de derecho ciudadano a disentir pacíficamente".
"La violencia debe ser siempre vista como un estado de facto e inaceptable, nunca debe ser legitimada y no debe ser un método de solución para problemas", acotó.
El gobernante anfitrión de la XXXIX Asamblea General de la OEA inició su discurso enviando condolencias a los familiares de las 228 personas que viajaban en un avión de la compañía Air France que desapareció este lunes en el Atlántico.
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