Madrid.- La Liga española 2008/09 pasará a la historia como la primera sinfonía del Barcelona de Josep Guardiola, bajo cuya precisa batuta ha interpretado el mejor fútbol del mundo y ha alcanzado un triplete histórico.
En palabras del presidente azulgrana, Joan Laporta, en el acto de presentación, Guardiola representaba el "entusiasmo y la ilusión que genera una nueva era", y el 'Maestro Pep' le ha dado la razón después de dos Ligas que volaron para el Santiago Bernabéu.
Santo y seña del 'Dream Team' de Johan Cruyff, pero un novato en los banquillos, por cuanto su experiencia se reducía al filial, Guardiola asumió el reto de reemplazar a otro holandés que también había triunfado como Frank Rijkaard, pero que había perdido el rumbo del vestuario.
Los inicios no fueron fáciles, porque la derrota en Soria y el empate en casa ante el Racing despertaron muchas dudas. Guardiola mantuvo el tipo, manejó la situación con sabiduría y el Barça se lanzó en pos del título con un gran fútbol. Un equipo de récord que tuvo que esperar a cantar el alirón más de lo debido por el empuje del Real Madrid de Juande Ramos, al que fundió en el Bernabéu el 2 de mayo con un inapelable 2-6.
Ramos ha sido otro de los grandes protagonistas de los banquillos de Primera, con una labor eficaz aunque sin recompensa por la gran campaña del Barcelona.
Juande Ramos, el técnico que llevó a la gloria al Sevilla y que luego no encontró la continuidad en el Tottenham, se hizo cargo del Madrid en diciembre para relevar al alemán Bernd Schuster, quien pasó en meses de celebrar el título al despido.
Ramos ha tenido números de récord entre los dos partidos ante el Barcelona. Debutó en diciembre el Nou Camp con derrota, pero desde ahí guió al equipo blanco a una espectacular racha que le permitió luchar por el título hasta el 2-6 y, de paso, amarrar la segunda plaza y la presencia en la Liga de Campeones.
Manuel Jiménez cumplió pese a las críticas en el Sánchez Pizjuán y, aún con diversos altibajos, logró sobradamente el objetivo, volver a la 'Champions' con la tercera plaza en el bolsillo.
También lo consiguió Abel Resino al frente del Atlético de Madrid tras reemplazar en febrero al mexicano Javier Aguirre. El club recurrió a un hombre de la casa, y el preparador, con una recta final encomiable, consiguió llevar a "Atleti" a su segunda presencia seguida en la Liga de Campeones. Ahora está a la espera de saber si continúa o no.
El chileno Manuel Pellegrini y Unai Emery no pudieron alcanzar la máxima competición continental en una campaña complicada y muy irregular para Villarreal y Valencia, pero al menos encontraron el consuelo de la Liga Europa (ex Copa de la UEFA).
Miguel Angel Lotina y Antonio Tapia zanjaron la campaña con muy buena nota. El primero porque estuvo muy cerca de devolver al Deportivo a Europa y el segundo porque dirigió al equipo revelación de la temporada, el Málaga, y también hubo momentos en que soñó con el torneo continental.
Gregorio Manzano hizo valer su sabiduría para sellar la continuidad del Mallorca con cierta antelación, Joaquín Caparrós logró que este año el Athletic soñara con la Copa del Rey (perdió la final ante el Barça) y Juan Ramón López Muñiz tuvo que esperar algo más para sellar la permanencia del Racing.
Si Guardiola ha sido el 'maestro' de la temporada, no lo ha sido menos otro 'novato' como el argentino Mauricio Pochettino, aunque en su caso el objetivo ha sido bien distinto pero no menos trascendental, la salvación del Espanyol.
El ex capitán españolista se hizo cargo en enero de un equipo en situación peor que desesperada y lo sacó adelante con una reacción espectacular.
Hugo Sánchez, tras sus periplos en la selección mexicana y en la Liga de su país, se estrenó como técnico en España en diciembre, como reemplazo de Gonzalo Arconada en el Almería. Insufló su espíritu batallador y luchador a un equipo que ofrecía malas vibraciones y consiguió la permanencia con cierta tranquilidad.
Más apuros, muchos más, hasta el último momento, sufrieron dos ex jugadores del Real Madrid como José Antonio Camacho, ya un técnico experimentado, y otro miembro de las nuevas generaciones como José Miguel González 'Míchel'.
Ambos consiguieron la salvación de Osasuna y Getafe en el último encuentro, si bien Camacho, que llegó a Pamplona en octubre, tuvo mucho más tiempo para imponer su estilo que Míchel, quien aceptó el reto de un equipo en palpable tendencia a la baja cuando solamente quedaban cinco jornadas.
José Luis Mendilíbar y Manuel Preciado también respiraron tras la última jornada. El técnico del Valladolid sufrió lo indecible para amarrar una salvación que parecía segura un mes antes y el del Sporting encontró el premio a una campaña valiente, con un equipo joven y que desplegó un fútbol atrevido.
Los tres equipos descendidos también apostaron por el relevo del inquilino del banquillo y en ninguno de los tres casos dio resultado.
El primero fue el Recreativo, que reemplazó a Manolo Zambrano por Lucas Alcaraz, un viejo conocido; luego en el Numancia José Rojo 'Pacheta' pasó de los despachos al terreno para sustituir al croata Sergio Kresic; y por último José María Nogués cambió el filial del Betis por el primer equipo cuando Paco Chaparro fue destituido.
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