San Sebastián.- La nueva temporada de la Orquesta Sinfónica de Euskadi será la de la "construcción de un lenguaje común" entre los músicos y su nuevo director titular, el colombiano Andrés Orozco-Estrada, quien desea "sacar partido" a todo lo que la OSE tiene, en un año dedicado además a las grandes sinfonías.
"Música que deja huella" es el lema elegido para una temporada que comenzará el 23 de septiembre en Pamplona tras una fase de transición, en la que la OSE ha estado dirigida por batutas invitadas mientras buscaba el relevo de sus anteriores titulares, Gilbert Varga y Cristian Mandeal.
El último será en esta ocasión una de las batutas visitantes de los programas de abono -14 en total con 57 conciertos-, al igual que otras que conoce ya la orquesta: las de Andrey Boreyko, que será director principal invitado, Paul McCreesh, Yakov Kreizberg, Lawrence Foster y Christian Lindberg.
Se estrenarán con la OSE los directores Andreas Spering y Mikhail Agrest, además de la pianista francesa Hélène Grimaud y la violinista holandesa Janine Jansen, dos nombres de prestigio entre los solistas.
A estos se sumarán el violinista Frank Peter Zimmermann, el violonchelista Daniel Müller-Schott y David Guerrier, trompeta solista en el concierto para este instrumento de Haydn, del que se celebra este año el segundo centenario de su muerte, que la Sinfónica vasca recordará en octubre en su tercer programa de abono.
Va a ser una temporada con un buen número de obras "del gran sinfonismo", según ha destacado Orozco-Estrada en la presentación de la programación junto al director general de la orquesta, Íñigo Alberdi, en el primer acto de la OSE en el que ha participado la nueva consejera de Cultura, Blanca Urgell.
Con las sinfonías número 1 de Beethoven y Mahler se abrirán los conciertos 2009-2010, elegidas por el nuevo responsable artístico de la OSE para empezar "de la mejor manera".
Las primeras sinfonías de Tchaikovsky, Elgar y Schumann, las segundas de este mismo compositor, de Brahms y Vaughan Williams, las cuartas de Schubert, Bruckner y Szymanowski, la quinta de Sibelius o la sexta y la novena de Shostakovitch configuran parte de la programación de abono.
También, como en muchas otras actividades culturales, ha sido inevitable hacer mención a la crisis, que en este caso conlleva la supresión de la gira internacional de la orquesta "en previsión de años difíciles", según ha señalado Íñigo Alberdi.
Alberdi ha hablado además de la necesidad de ahondar en el "trabajo en casa" con el nuevo director, tras el "impasse" de la temporada a punto de concluir, en el que ha afirmado que la falta de una batuta titular no ha supuesto un periodo de relax para los músicos, que "han mantenido la calidad de la orquesta".
Un viaje a Madrid en mayo del próximo año para participar en un homenaje a Luis de Pablo en el Auditorio Nacional es la única salida prevista de la Sinfónica de Euskadi, que a instancia de Orozco Estrada va a crear un "laboratorio de música" para dar la oportunidad a jóvenes solistas del País Vasco de tocar con la orquesta.
El primer paso se dará en abril de 2010 con unas jornadas con músicos de la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO).
El montaje y la grabación de la ópera "Mirentxu", de Guridi, en coproducción con el teatro Arriaga de Bilbao, o su nueva línea discográfica con autores contemporáneos, que empezará con Ramón Lazkano, serán otras de las actividades de la OSE, que cuenta con 7.000 abonados y tiene una lista de espera de 801.
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