MADRID.- La Infanta doña Elena ha inaugurado la 68 Feria del Libro de Madrid que se celebra hasta el 14 de junio y que este año tiene como eje temático la cultura francesa y a Cantabria como Comunidad Autónoma invitada. Bajo un sol de justicia, doña Elena fue recibida por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, Teodoro Sacristán y Pilar Gallego, director y presidenta respectivamente de una feria, que se encontraba repleta de gente y que este año cuenta con 357 casetas y siete pabellones donde se llevarán a cabo más de 350 actividades.
La ministra de Cultura se mostró optimista con esta nueva edición de la Feria del Libro. "El día de la inauguración es un día de expectación para los libreros que atrae por lo general a los lectores que esperan que las visitas sean muy altas y esperemos que también las ventas", destacó.
González-Sinde aseguró que quiere volver más detenidamente a la feria, un evento que siempre le ha gustado y que entre otras cosas le permite redescubrir y volver a encontrar títulos que se le escaparon o que ya no están en la mesa de novedades. "A veces la distribución de libros va a unos ritmos tan veloces que a los lectores no nos da tiempo de comprarlos", sentenció.
En cuanto a la futura implantación de las ediciones digitales, la ministra subrayó que su ministerio será "de los primeros" en aprovechar esta nueva tecnología para que sus publicaciones puedan estar "a disposición de más personas que las físicas". Para González-Sinde, "hay espacio para el libro de papel tradicional, que es irremplazable pero también lo hay para el libro digital porque, en cualquier caso lo importante es el soporte y no el contenido".
EL PRIMER REGALO
La Comisión Organizadora de la Feria fue la primera en obsequiar a la Infanta con el libro del Beato de Liébana 'Comentarios al Apocalipsis: visiones del siglo XXI' (Ediciones Valnera), que cuenta con 500 ilustraciones en color, oro y plata del pintor José Ramón Sánchez que ha editado el Gobierno de Cantabria con motivo del Año Jubilar Lebaniego.
Doña Elena recorrió las casetas instaladas en el Paseo de Coches del Buen Retiro acompañada también por el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; la delegada de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, la directora general del Libro, Archivos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, Isabel Rosell y el director general del libro, Rogelio Blanco.
CULTURA FRANCESA Y LIBROS INFANTILES
En la caseta de la Casa de Velázquez, institución cultural francesa dedicada al estudio del hispanismo, doña Elena fue obsequiada con 'Memoria gráfica de la Casa de Velázquez (1928-2003)' y 'L'artiste de Cour dans L'Espagne du XVIII siècle'. La siguiente parada fue en el stand del Gobierno de Cantabria, donde la Infanta recibió una cesta de quesos cántabros así como un ejemplar de una edición única del catálogo 'Diez razones para la humanidad. Diez cuevas de arte paleolítico en España'.
La Infanta se detuvo en muchas casetas de librerías con temática infantil y juvenil, de las que recibió muestras de cariño y regalos para sus dos hijos: 'El dueño del sueño', 'Se vende mamá', 'Cuaderno de Darwin', 'El prodigioso viaje', 'Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Ciudades de cuento', 'Juddy Moody se declara independiente' y 'El pequeño Nicolás' fueron algunos de los títulos que recabaron su atención.
Los libros de temática religiosa fueron también otro punto de interés. La Infanta compró un ejemplar de la primera Biblia protestante que se editó en España, 'La Biblia del oso'; una Biblia ilustrada y un ejemplar de 'Recuerdo de mi primera comunión'. Otra de las habituales paradas fue en la caseta de la Universidad Pontificia de Comillas de la que doña Elena es antigua alumna y de la que también recibió un ejemplar que recoge la historia de la Schola Cantorum y 'De la dignidad del embrión', un libro con reflexiones en torno a la vida naciente.
Asimismo, doña Elena mostró curiosidad por una edición facscímil de 'Las Españas', una revista literaria censurada en España en tiempos de Franco que se editó en México de 1947 a 1957. Pocos fueron los pabellones que la Infanta dejó de visitar, la mayoría de los cuales estaban ya desarrollando actividades pedagógicas con colegios. Por su parte, González-Sinde le hizo entrega de su guión 'Entre vivir y soñar' aunque le recomendó a la Infanta que viese la película "que es siempre mucho más interesante que la lectura de guiones, que suele resultar más árida".
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