Richard Curtis sí que sabe hacer reír

Esta semana llega a nuestras pantallas 'Radio encubierta', la nueva película de Richard Curtis. "¿De quién?", os preguntaréis casi todos. Pues detrás de este nombre más bien vulgar está el responsable directo o indirecto de la gran mayoría de los productos cinematográficos y televisivos más célebres y celebrados que nos han llegado de las islas Británicas en los últimos 20 años.

Ya sea como productor, director, guionista, actor o incluso compositor, cita la primera comedia inglesa contemporánea que te venga a la cabeza y lo más seguro es que Curtis haya participado en ella: 'Cuatro bodas y un funeral', 'El diario de Bridget Jones', 'Notting Hill', 'Love Actually'... Y éstos son sólo algunos ejemplos en cuyos créditos podemos encontrar su nombre. Quién se lo iba a decir a alguien que empezó escribiendo parodias musicales de los Bee Gees. Nació en Nueva Zelanda, pero es más británico que la difunta Reina Madre.

Hay incluso actores que le deben toda su carrera a Richard Curtis. Si no, que se lo pregunten a Rowan Atkinson, con quien ha sido uña y carne desde que ambos se conocieran siendo aún un par de tiernos estudiantes en Oxford. Tras empezar a colaborar juntos en programas de sketches, les dejaron crear 'Víbora negra' en 1983, una de las series de más fama y recorrido de la historia de la BBC. Dicha serie, que también se vio en España y que muchos recordarán, narraba la historia de Gran Bretaña entre 1485 y 1917, siempre bajo el prisma del mismo personaje, Edmund Blackadder y sus descendientes (siempre encarnados por Atkinson).

Cada reencarnación de Blackadder (el personaje fue evolucionando algo a lo largo de cuatro temporadas y varios especiales) tenía en común un marcado oportunismo y carácter cínico, siempre haciendo lo imposible por mantener su fortuna y estatus social. La serie también sirvió de lanzadera para Stephen Fry y para el doctor House en persona (Hugh Laurie). Curtis puede presumir asimismo de haber escrito o participado en absolutamente todos los episodios de 'Víbora negra', que fue votada la segunda mejor sitcom británica de la historia en una encuesta realizada por la BBC en 2004.

Con la llegada de los 90, el dúo dinámico formado por Richard Curtis y Rowan Atkinson continuó su exitosa carrera televisiva con la creación de la serie que nos permite hoy en día identificar al segundo de ellos como el mejor doble de Zapatero, es decir, 'Mr. Bean'. Qué decir de ella: cinco triunfantes temporadas, dos películas para cortarse las venas y la forja de un personaje que es conocido en el mundo entero casi tanto como Mickey Mouse.

Un poquitín antes, en 1989, ambos se decidieron lanzar al ruedo cinematográfico para actuar y escribir (cada uno a lo suyo) una película llamada 'Un tipo de altura', que también supuso el debut en la pantalla grande de una tal Emma Thompson. Esta modesta comedia romántica sirvió de plataforma para que luego le compraran a Curtis el libreto de otra que ya no lo fue tanto: 'Cuatro bodas y un funeral'. Otro ejemplo más en el que casi sobran las palabras. Sin ella, Hugh Grant simplemente no existiría como actor. La cinta más taquillera de la historia de las islas hasta ese momento ascendió directamente a Curtis a las grandes ligas, con nominación al Óscar al mejor guión incluida.

'Cuatro bodas...' se estrenó en 1994, y su dedicación a 'Mr. Bean' y a otra serie llamada 'El Vicario de Dibley' (otra que duró la tira de años), en la que asumió labores de coproductor, le impidieron repetir en el cine (si excluimos la película de 'Bean', que más vale no recordar) hasta 1999. Llegó entonces otro taquillazo: 'Notting Hill'. El flechazo en pantalla de Julia Roberts y Hugh Grant, que él escribió, recaudó en todo el mundo la friolera de 363 millones de dólares. Luego vino 'El diario de Bridget Jones', donde participó en la adaptación de la celebérrima novela. A modo de anécdota, cabe destacar que Curtis era amigo desde hacía varios años de la autora del libro, Helen Fielding, hasta el punto que él mismo admite que fue ella la que sugirió que al primer borrador de su guión de 'Cuatro bodas...' le faltaba... un funeral. 'Bridget Jones' recaudó 281 millones a nivel mundial.

Con tantos megaexitos en los que estaba aparejado de alguna manera el nombre de Richard Curtis, no era de extrañar que los productores empezarán a dejarle hacer lo que él quisiera. Así, en 2003 pudo escribir y dirigir su primera película: 'Love Actually'. También conocida como la reunión de (casi) todos los actores británicos vivos que conocemos y queremos. La idea de hacer un filme coral de este tipo le surgió a partir de la devoción que profesa hacia 'Nashville', la obra maestra de Robert Altman, a la que suele citar en la entrevistas como su película favorita.

'Love Actually' (que recaudó 246 millones, por cierto) nos gusta a todos, por mucho que a veces lo ocultemos, pero el que para muchos es el punto álgido en la carrera de Curtis desde el punto de vista artístico estaba aún por llegar. Fue en 2005, cuando escribió una tv movie centrada en la historia de amor entre un tímido funcionario inglés (Bill Nighy) y una enigmática joven escocesa (Kelly Macdonald), con una cumbre del G-8 de trasfondo, y que se llamó simplemente 'La chica del café'. Una auténtica delicia. Y como parece que le cogió el gusto al activismo político, en el mismo año ayudó a Bob Geldof a organizar los famosos conciertos del Live 8, que reunieron a gran parte de las máximas estrellas del panorama musical mundial.

Ahora Curtis nos trae 'Radio encubierta', en la que, al igual que en 'Love Actually', ejerce labores de director y guionista. Narra la historia de una emisora pirata que burlaba la "censura" impuesta por la BBC al rock and roll en los años 60. Cuenta con Philip Seymour Hoffman y Kenneth Branagh, entre otros. Dadle una oportunidad, seguro que lo agradecéis.