NUEVA YORK.- La periodista iranoamericana Roxana Saberi regresó ayer a Estados Unidos tras permanecer un centenar de días en un cárcel de Irán después de que las autoridades locales le acusasen de ejercer como espía para el país norteamericano.
A su llegada a un aeropuerto de Washington, Saberi indicó que se sentía "muy bien", según declaraciones recogidas por la CNN. Tras abandonar Irán, la reportera hizo una primera parada en Austria, desde donde ya agradeció la campaña internacional que finalmente concluyó con su liberación.
"Lo único que me permitía seguir adelante cuando estaba en prisión era cantar el himno nacional para mí misma", aseguró ayer Saber, flanqueada por sus padres. "Puede sonar cursi, pero estoy muy contenta de estar en casa, en la tierra de la libertad", explicó.
El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, no aclaró ayer si el Gobierno pedirá algún tipo de explicación a Saberi, de 32 años, "por respeto a ella y a su privacidad". Aclaró que la administración no proporcionaría más información sobre el tema hasta la próxima semana, y de momento se limitó a celebrar la llegada de la reportera y a reconocer la "difícil experiencia" que ha pasado.
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