Buenos Aires.- El abogado del detenido en Argentina por el abuso sexual de su hija, con la que se asegura que tuvo siete hijos, consideró hoy que "no hay delito penal" en el caso, aunque no desmintió los hechos denunciados contra el llamado "monstruo de Mendoza".
"Yo me refiero solo a lo jurídico. No hago juicio moral o religioso. En todo caso estamos hablando de un pecado, pero tampoco lo afirmo porque no me corresponde", sostuvo Fabián Fathallah, defensor de Armando Lucero, alojado en la penitenciaría de la ciudad argentina de Mendoza tras ser procesado por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo.
El letrado dijo además que Lucero, de 67 años, "es un pecador pero no un delincuente", aunque insistió en que él se maneja "pura y exclusivamente en el ámbito del Derecho Penal".
En declaraciones radiales, Fathallah abogó por la libertad de su defendido al considerar que "puede andar por la calle normalmente como de hecho ha estado toda la vida".
"Él tuvo un problema con una sola de sus hijas, la causa que tiene es respecto de una sola víctima. Él convivía con seis personas más, con menores, y nunca tuvo problemas con nadie", manifestó el abogado sobre el acusado, quien enfrenta acusaciones de otra de sus hijas, que afirma que también fue violada por el padre.
Lucero fue apresado en Mendoza, capital de la provincia homónima, a raíz de la denuncia de su hija de 35 años llamada Paola, quien aseguró que era sometida a abusos desde los 15 años bajo amenazas de muerte y que tuvo siete hijos incestuosos de edades que van de los 2 a los 19 años.
Los resultados de los estudios de ADN practicados para determinar si Lucero es el padre de los hijos de Paola se conocerán en unos 20 días.
El abogado Pablo Cazabán, otro de los defensores del detenido, indicó a su vez que "Lucero niega haber tenido relaciones con su hija por la fuerza" y aseguró que "ella, además, se movía con libertad, estudiaba, salía" de la vivienda familiar.
Sin embargo, la mujer de 35 años afirmó a la Justicia que Lucero les daba dinero a sus hermanos para que fueran a comprar caramelos y que en ese momento aprovechaba para violarla, según relataron fuentes vinculadas al caso.
En tanto, otra de las hijas del "monstruo de Mendoza" denunció que su padre la violó cuando tenía 8 años y que la manoseó "durante mucho tiempo".
"Que me perdonen (...). Me arrepiento, no quiero vivir más", dijo días atrás Lucero, quien permanece aislado en el calabozo de la cárcel de Mendoza, vecina a Chile.
Fuentes judiciales aseguraron que las autoridades de la prisión evitan que el hombre, que tuvo al menos 21 hijos con tres mujeres diferentes, tenga contacto con otros presos mientras realizan un seguimiento de su conducta.
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